domingo, mayo 01, 2005

¡LOS MITO-MESÍAS DE LA DESTRUCCIÓN!


La pregunta es precisa. ¿Por qué se está destrozando la militancia del MVR? En el pasado hubo desavenencias y hasta enfrentamientos por razones electorales. Pero en cada ocasión se señaló que había una instancia superior, que todo lo resolvía. ¿Ha cambiado hoy esta situación?

DEL JEFE ÚNICO A LA COMUNIDAD DE ‘JEFES’

La materia electoral de la “revolución” a lo largo de sus 6 años ha estado manejada directa o indirectamente por el señor presidente (SP) y al presente no se ha elaborado una política que acabe con el dedo como gran elector. Pero la confederación de grupos que conforma hoy el MVR determina una creciente comunidad de jefes dispuesta a luchar contra ese designio. Las cúpulas enfrentan los aspirantes a más poderes, que recubren sus demandas con exigencias al SP y a la organización para que se garantice un comportamiento democrático. La acumulación de todos los poderes aumenta el capital. Y por ello, ‘los otros’ y nuevos líderes exigen que se les respete sus dedos, espacios y beneficios. Ya el SP no lo controla todo. Avanza la implosión.

EL MITO COMO SALVACIÓN

Sin embargo, la militancia que protesta contra la trampa electoral no se cansa de señalar que ‘el presidente no sabe absolutamente nada’. Y a su vez los ‘jefes’, cuando se les consulta sobre su liderazgo, afirman que en la organización sólo se conoce un líder que es el SP. En cada caso, se expresa el interés y necesidad de un poder mítico y simbólico inalcanzable para cualquier mortal. Es una manera de organizar los reinados sin entrar en confrontaciones directas. Una táctica adecuada para ganar terreno similar a la utilizada en los partidos u organizaciones en los cuales no prevalecen factores ideológicos y políticos. Cada grupo del MVR es una compañía para el enriquecimiento-ganancia, para la compra-venta de favores y posiciones. Esta no es una creación de esta política, pero hoy alcanza su mayor esplendor.

RESIDUOS Y ENFRENTAMIENTOS

De esto están convencidos, en primer lugar, los propios protagonistas de esta historia de repartos, corrupción y perversión. A esta hora no se puede negar la descomposición existente en el conjunto de las instituciones y partidos políticos. En este sentido, el MVR debe entenderse como una continuación de la vieja y gastada política que llena buena parte de la historia de este expaís. Importante hoy determinar las raíces y alcance de estas rivalidades: ¿Se convertirá la implosión, la ruptura y enfrentamiento a cuchillo a lo interno, en el primer enemigo de la “revolución bolivariana pacífica pero armada? ¿Cuáles son sus expresiones, de dónde vienen y dónde llegarán?

El MVR es una suma de residuos. Esto estaba claro para el ‘fundador’ desde su nacimiento: “Creo que aquí hay sectores que vienen de otros partidos, de izquierda, de otros sectores apolíticos, también de la derecha, individualidades o pequeños grupos, sectores nacionalistas.”… Y a estos residuos los une el proceso constituyente: ...“Creo que el planteamiento constituyente se ha venido formando como un proyecto unitario. Ese es precisamente el eje en torno al cual se han venido uniendo algunos sectores de estos grupos tan diversos, de esos residuos.”… (ABM, Habla el Ctte., 540).

EL MVR ES UN PARTIDO MÁS

El muro inicial de salvación lo conforma la constituyente. Sin embargo, con apenas meses de existencia, el SP llegó a observar que el MVR se diferenciaba del Movimiento Bolivariano 200 (MBR-200) y que ambos ...”no pueden plantearse, ni es la intención, ni nunca va a ocurrir, que se fusionen.” Cada uno tiene su perfil determinado. El MVR lo formamos para una coyuntura.”… Y pudiera desaparecer una vez realizadas las elecciones: ...“Que el MVR trascienda la coyuntura electoral, está por verse. Que se inserte, que sea capaz de organizar cuadros con coherencia, con fuerza organizativa, está por verse.”…(Ibíd.., 600) A seis años del ‘proyecto’ el MVR está en la coyuntura de la corrupción y la destrucción. .

Pero la intención expresa del SP es crear un partido diferente: ...“Yo soy uno de los que anda en ese pregón, hacia adentro del movimiento, según el cual el primer enemigo está en nosotros mismos, y que este movimiento no se debe orientar hacia la formación de un partido político más, una pieza más del juego.”… El llamado es a impulsar un movimiento que se ponga en sintonía con el proyecto estratégico, ideológico, programático (Ib. 540). ¿Pero se alcanzó este objetivo? El MVR es hoy un partido más.

LIDERAZGO Y CONFRONTACIÓN

En la campaña electoral del 98 le preguntamos al hoy SP, si en el caso de un eventual gobierno suyo, pudiera producirse lo que en el Chile de Allende, donde la división de la ‘Unidad Popular’ permitió el avance del golpismo. A esto respondió: ‘Sí, esto pudiera producirse’. Y luego aludió a lo difícil que resulta la unidad interna y las alianzas: “Si en una familia de cinco personas hay conflictos, imagínate cuando se trata de una alianza entre PPT, V República, MAS, MEP, Movimiento Solidaridad Independiente, PCV, Fuerza Moral, Partido Socialista de los Trabajadores. Ahí tiene que haber grandes contradicciones.” Ahora si el liderazgo existente es de verdad, debe estar en capacidad de ejercer influencia para superar los puntos más álgidos de esta contradicción (Ibíd..,589). ¿Y qué decir entonces de la realidad del MVR en sus seis años de vida? ¿Falló el liderazgo o la estructura partidista?

MESIAS Y PETRODÓLARES

A la hora de pasar del abstencionismo al camino electoral en el último trimestre del 97 y fundar el MVR, como organismo coyuntural electoral, hubo contradicciones que adquirieron el sentido de una división. Pero la conspiración que culmina el 4F-92 ya estaba penetrada por este virus. Llegaron a tal punto las diferencias que Chávez y Arias Cárdenas fueron condenados a muerte por capitanes subalternos. Los grupos y tensiones están presentes en el MBR-200 desde su gestación y creación en Yare después del 4F. De modo que el divisionismo de hoy no tiene porqué sorprender a nadie.

¿Pero cómo ha subsistido este movimiento sin despedazarse? Dos elementos lo han evitado hasta ahora: el mito-liderazgo Chávez y el chorro de petrodólares dispuestos para la compra-venta de conciencias. En efecto, a la hora del liderazgo pleno y desbordante, había un único caudillo dueño y señor de todas las situaciones. Todo giraba alrededor del mito-símbolo y era impensada cualquier división. La visión mesiánica y el culto al héroe que ostenta el SP garantiza el acceso y reparto del histórico botín.

EL ÁRBOL DE LAS SEIS RAÍCES

En esto estaba claro el SP. Para él, el mesianismo, la ‘creencia ciega’, es algo que está ahí. Y lo importante es ver cómo se utiliza. El mesianismo está en la gente y sólo podrá desaparecer con una revolución cultural en la cual las personas racionalicen las cosas (Ibíd.., 601). Y mientras no haya esa tal revolución, hay que aprovechar lo que está en la ¡ciega creencia! que le proporciona al simple caudillo un hálito de grandeza que lo convierte en mito-símbolo de estos tiempos. En su caso específico es el Bolívar de nuestros días. Un Bolívar, además, que es capaz de juntarse a Zamora, Simón Rodríguez, Maisanta, Fidel Castro y a él mismo, en un árbol que no es de tres sino de seis raíces.

LA ESCUELA DEL SÍMBOLO-MITO

¿Pero que significado tiene hoy esa práctica mítico-religiosa? ¿Sirve acaso para regular los intereses enfrentados y contradictorios, en los cuales las negociaciones-ambiciones están por encima de todo compromiso político-ideológico-programático y donde no cuenta para nada lo ético-moral? La única ‘divisa’ que prevalece en estos casos es la que se refiere al robo-corrupción.

Pero este fenómeno no corresponde sólo al MVR. Este movimiento se funda a partir de ‘residuos’ de una política sin otros principios que los dictados por la ganancia de posiciones que permitan obtener los mejores beneficios. En nuestra historia política la figura mítica cohesiona el entorno, lo apoya y le da sustento. Para nada cuenta la base doctrinario-ideológica. Por eso, cuando el mito-símbolo se derrumba, la organización político-partidista materialmente desaparece con él. Es cuando adviene el vacío, que no habrá de detenerse hasta el surgimiento de un mesías que sustituya al anterior.

Los mitos-símbolos, Bolívar, Páez, o sus herederos: Guzmán Blanco, Gómez, Betancourt, CAP o el SP, no crean escuelas de militancia y construcción para levantar una sociedad-país, sino una simple legión de seguidores que tiene aprendida la lección de las ambiciones y claramente definido el camino de la trampa-corrupción. Por eso, aquí la única escuela política que existe, por deformación histórico-historiográfica- es la del mesías-caudillo.

EL MITO NOS CONVIERTE EN EXPAÍS

En ningún otro momento de la historia venezolana, el mito tuvo tanta fuerza-base económica. Y estamos ante un mesías orientado hacia una supuesta “revolución” que termina en una plena destrucción. Más le interesa al ‘símbolo’ comprar el favor del colectivo, que lanzarse a construir una nueva Venezuela. Hoy abundan los recursos para la compra de un país que, encadenado a un mito, se vuelve expaís

¿CHAVISMO SIN CHÁVEZ?

El proceso electoral interno en el MVR, es la mejor expresión de la rumba de los mito-mesías. Destapa la olla que no podía faltar en un movimiento construido a punta de ‘residuos’ que tienen como único propósito acomodarse. Es la mejor expresión de la rumba de los mito-mesías. Por ello, al transformarse en compañías anónimas aumentan su capital y posibilidades. ¿Y quién se pone al margen del sendero de la riqueza que da el poder? El mito-Chávez-petróleo sirve para alimentar muchos grupos y ambiciones. Y se llega al punto de trabajar en función del chavismo sin Chávez, que significaría mantener vivo el mito, que es la materia prima de la “revolución”. El ‘salto adelante’ le lleva a asumir el socialismo y la revolución asimétrica para enfrentar y “derrotar a USA” e imponer la multipolaridad. Pero no hay seguridad de que pueda mantenerse firme. Por ello es indispensable trabajar en la conformación de la figura capaz de sustituirlo, dejando en acción al mito. Abundan los aspirantes sin mito pero con ambiciones.

Como lo evidencia nuestro trabajo de testimonio oral, podría pensarse en grupos como el de Rangel/generales, el grupo rival de Diosdado, a quien muchos califican como ‘el heredero’. Los fundamentalistas ahora divididos en dos o más fracciones debido a las posiciones electorales. En el actual conflicto el acusado Bernal se acerca a Rangel mientras Barreto se ubica en la acera del SP. Los evangélicos, portadores de la ‘nueva sacerdotisa de palacio’, aspiran al trono corrigiendo los viejos enfrentamientos. Ameliach estaría en vías de constituir un frente de lucha. Los institucionalistas, cada vez menos, son esperanzas para muchos. Pero por encima de todos está aún el mito quien permitió la jugada de sacrificar quintarrepublicanos en favor de los cuartarrepublicanos aliados.

A LA MANERA DE ALFARO UCERO

El SP pide a los militantes dejar atrás los vicios adecos (UR, 20/04). Y Bernal señala: “Hemos comenzado a derrotar al adequismo dentro del MVR y todo lo que va a morir patalea”. Esto lo dice a propósito de las protestas en su contra el 19/04 (UN, 20/04, 16). Y Juan Carlos Alemán, ‘uno de los candidatos a concejal desplazados por el fraude’, lo acusa de manipular al mejor estilo Alfaro Ucero, las elecciones del MVR para proponer a sus amigos”. Y agrega: “Por ahí anda corriendo el rumor de que nos quieren sembrar drogas”. Se reconoce que este es un movimiento y un gobierno que siembran drogas. Y el propio Bernal señala que él no está ligado a drogas, ballet rosado y homosexualidad. Apunta a lo interno del ‘partido’ (Tal Cual, 27/04). Y el mismo adequismo acepta que Tascón, traidor a la revolución según Blanco La Cruz (EU, 26/04, 1/8), declare como hazaña que le compró su célebre lista a Súmate y no haya sanción ético-moral o que se presente a la luz pública el caso Manuitt acusado por 200 exterminios, tráfico de drogas, de menores y de corrupción generalizada y que tampoco pase nada (EU, 28/04, 1/8).

MESIANISMO Y DESTRUCCIÓN

El síndrome de Caín y Abel está en plena acción en medio del desgaste del mesías que profundiza la implosión. Los petrodólares son muros de alivio y contención. Por eso deja que cada quien robe, como en el caso de ‘PPTsa’, Reservistas, Misiones, Círculos, Tarifados y Corrupción conforman el gran partido de la destrucción. Aquí no hay políticas para producir y construir un verdadero país.

Y en medio del desastre de la improvisación y el reparto millonario, irresponsable y populista, el SP se presenta hoy como el último protagonista de una historia mesiánica, llena de atraso, pasado e ignorancia, que cada vez tiene menos espacio, sentido y audiencia. Para el colectivo social esta es una hora que no acepta complicidades sino compromisos con el porvenir. Indispensable construir las bases de la nueva y auténtica participación al margen de los otros derrotados de la llamada oposición. Indispensable construir una política para una historia que enfrente la tragedia de este régimen y su soporte opositor. El colectivo y sus Centros de Trabajo están obligados a actuar en función de una Venezuela de destino propio y no diseñado y dirigido por el derrotado socialismo que encarna y representa Fidel Castro y que tiene ya en PPTsa y el Banco Industrial importantes financiamientos. ¿Y el país? ¿Seguirá la destrucción? abm333@gmail.com


Agustín Blanco Muñoz

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