martes, mayo 03, 2005

Las murallas del conocimiento

LAS MURALLAS DEL CONOCIMIENTO

La Cátedra Pío Tamayo y el Centro de Estudios de Historia Actual del IIES/FACES/UCV, cumplieron el lunes 02 de mayo, con la segunda sesión del Curso sobre Historia Actual, titulado: Venezuela 1935-2005. ¿Setenta años de país, libertad, democracia, violencia y revolución? iniciado el 28 de abril del año en curso. En esa oportunidad expusimos las líneas generales que guían este curso, a partir de la perspectiva de la historia actual, como instrumento-herramienta para el estudio de la totalidad del acontecer. Un reto difícil y complejo, que se convierte a la vez en una importante aventura de inagotables posibilidades.


Y esto parte de un hecho clave: esta experiencia se nutre de las fuentes tradicionales plenamente reconocidas, pero agrega –y esta es su novedad- la posibilidad de tocar la realidad. Esto significa activar un mecanismo que permita poner en contacto al investigador con las propias huellas del acontecer. Y en esta labor todos asumimos la condición de actores indispensables e insustituibles.


Por lo general nos cuesta aprehender una realidad que por su cercanía y proximidad, no resulta fácil materia de examen y estudio, de reflexión y acción. Y esto no es algo gratuito ni azaroso. La conformación del conocimiento tiene mucho que ver con la intención o el propósito de mantenernos en la ignorancia, o de hacernos conocer sólo una parte de la realidad que se nos impone.

De modo que la enseñanza de ordinario sólo tiene como propósito, permitirnos el acceso a aquello que habrá de hacernos cumplir una tarea o un oficio determinado. Se nos forma para servir al sistema sobre el cual se construye el andamiaje del que nos convertimos en simples instrumentos. Se nos especializa para admitirlo, aceptarlo como tal y defenderlo, haciendo uso de las contradicciones que contiene, a fin de hacernos creer que dentro de su marco, conservamos alguna autonomía.

Se nos acondiciona para que sustentemos de la mejor manera las grandes estructuras que otros nos imponen. No se nos prepara para convertir esa ciencia en un instrumento para el mejor vivir. Ni para preguntarnos si los inmensos avances que se logran, han de revertirse por igual sobre el conjunto del hombre que somos, pero que no logramos reconocer.

El trabajo se constituye en una forma de sobre-vivencia que bien poco o nada tiene que ver con la capacidad para imaginar un mundo diferente. Simplemente aprendemos un oficio, sin saber toda la profundidad y trascendencia que ese acto significa como destreza del hombre para recomponer el mundo.

El conocimiento levanta sus propias murallas para encasillar lo que aprehendemos en el interior de las cercas donde pertenecemos. No sirve para dinamitar la realidad sino para acostumbrarnos a ella.

La historia actual tiene como propósito, partir del presente para advertir desde este escenario, las grandes líneas que habrán de proyectarse en el futuro, la determinación de las causalidades que nos llevan al pasado y, sobre todo, la inmensa oportunidad de convertir nuestro hacer de hoy, en una acción que quede liberada de toda atadura ajena.

De allí la permanente pregunta: ¿para qué conocemos? Ahondar en estas interrogantes es el propósito de este curso. Y avanzar en propuestas que nos permitan una reinterpretación de la historia a partir de la determinación de quiénes somos, hacia dónde vamos y de dónde venimos.

En esta segunda sesión, tocamos el aspecto de la periodificación, entendiendo por tal un corte convencional que se hace para el estudio de la realidad-proceso, con el objeto de captar mejor sus contenidos.

La historia tradicional exhibe la periodificación que todos conocemos: período precolombino, conquista, colonia, independencia y república. ¿Pudo la invasión suprimir milenios de historia y establecer que nuestra historia se inicia en 1492? ¿Cesó el proceso de sometimiento una vez establecidas las grandes leyes que habrían de regir el comportamiento de los aniquilados? ¿Con la derrota del imperio de ultramar se asentó en estas tierras una república autónoma, soberana, independiente y libre de toda esclavitud?

Y si esos parámetros no contribuyen a la comprensión del proceso, sino a ocultarlo, tergiversarlo o mediatizarlo, será indispensable buscar nuevas categorías capaces de darle su verdadera determinación. Es decir, convertir el conocimiento en verdadera arma de comprensión para la transformación de la realidad.

De eso se trata. Por lo general estamos frente a un ejercicio retórico del saber académico-innovador. Frente a una realidad de cuyo movimiento formamos parte que reclama, exige, nuevas categorías para ser estudiada, que requiere instrumentos que permitan una verdadera radiografía de sus contenidos, esencia y proyección. Y es esa percepción, lograda a través de otra forma de mirar la historia, la que nos habrá de permitir llegar a la raíz del acontecer, y sobre todo, poder avanzar hacia el porvenir, tomados de la mano de nuestra propia acción.

Y es en ese marco que abordamos la nueva periodificación, para el estudio de la historia de este continente y con el propósito de contribuir a develar los grandes problemas de nuestro tiempo y a determinar sus alcances y repercusiones. Para esta labor no serequiere un bagaje previo, ni una acumulación de saber. Sólo de una visión que registre más allá de lo dispuesto por otros y un oído convencido de que en el silencio habitan voces inéditas y extraordinarias.

Se trata de cumplir nuestra función de vivir sobre esta triste tierra, como residentes y no como inquilinos, como participantes colectivos de una obra maestra que es el planeta y el universo al cual pertenece.

A eso invitamos, en la seguridad de que no será en balde este esfuerzo, de que no hemos venido aquí a dictar clase magistral ni a afirmar verdades incuestionables, sino a recorrer un camino de mano de una multitud de ojos, a sabiendas de que hay un norte, que puede ser un sur, que anticipamos, como lo esencial: la decisión de poner a valer nuestra atribulada condición de cuasihombres, en dirección al establecimiento de la humanidad que será.

HACIA UNA NUEVA PERIODIFICACIÓN*

Época de la Primaria Libertad

Modo de Producción Comunitario
Período Inicial
Desde la aparición del hombre de estas tierras hasta la invasión de 1492

Época del Sometimiento

Modo de Producción Explotador
Período de la Explotación
Desde la invasión hasta nuestros días y se
divide en cinco Modalidades Productivas

I- Del sometimiento humano-territorial
Desde la invasión hasta la llamada independencia
II- Arrendatario-territorial
Desde la independencia hasta la aparición de la economía petrolera
III- Comercial-Rentista-Territorial
Desde la aparición de la economía petrolera hasta las restricciones de los años 50.
IV- Petrolero-comercial-Rentista
Desde los años 50 hasta el agotamiento del modelo económico, político y social vigente en 1989
V- Petrolero-Industrial transnacional globalizadora
Hasta nuestros días

Época de la Nueva Libertad

Modo de Producción No Explotador
Período del Porvenir
Está por construir

Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz y Mery Sananes
Tlfs 6052536 / 6052563 / telefax 5500784
fundatamayo@hotmail.com / www.historiactual.org


* Esta propuesta fue inicialmente formulada en el libro ABM, Clases sociales y violencia en Venezuela. Caracas, UCV, 1978.

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