domingo, junio 05, 2005

SIMÓN SÁEZ MÉRIDA: HUELLA DE INVENCIBLE TRONADOR

Por muchas horas anduvo la angustia anunciando que a Simón le habían roto la vida. Cada uno de sus amigos tomaba la noticia y multiplicaba la intranquilidad, el dolor, la impotencia. Al viejo de samán y vera le lanzaron un objeto muy pesado y cortante lleno de muerte. La idea era seguramente preparar un escenario de robo. Pero en esto que todavía muchos llaman país, la vida vale mucho menos que un objeto que sirve de móvil para un asalto.

Y así fue como se logró apagar esa existencia llena de proyectos, de cosas pendientes y preocupación por la obra que debe ser concluida. Pero sólo quedó el destrozo porque una mano destructora logró lo que no pudieron las policías de la dictadura perezjimenista o de los demócratas de los sesenta con sus disparos, sus torturas, sus asesinatos.

LAS ANDANZAS DE AQUEL MUCHACHO
DE MATURÍN

Y entonces viene a la memoria el recorrido vital de este hombre. Lo fácil sería admitir que ya no dice presente el muchacho del Maturín de los años veinte del siglo pasado. El mismo que se vino a Caracas para convertirse en profesor. Este es el título que le otorga el Instituto Pedagógico Nacional. Un grado que marcha en paralelo con el de combatiente y militante de la política. Desde el liceo anda en estas andanzas. Entonces fue vivir la dictadura gomecista y luego los difíciles tiempos del perezjimenismo.

Y le toca una tarea de mucho peligro donde tiene importancia la constancia y capacidad de organización de las luchas dispuestas para la construcción del porvenir. En este tiempo recaen en él responsabilidades muy marcadas. Llega a ocupar el cargo de secretario general de Acción Democrática, el partido fundado en 1941, que cuatro años más tarde estaba produciendo las circunstancias que ponen a andar lo que se conoce como ‘La Revolución de Octubre’. Tal vez no se trate de simple repetición de nombre sino del empeño de dar continuación al ideal de cambio. Porque en Octubre de l917 es el estallido ruso. Y en el mismo año el mexicano.

LA COMPLEJA ESCUELA

A LA QUE INGRESA SIMÓN

Pero lo que ocurre en Venezuela paradójicamente no tiene ninguna inspiración marxista o comunista. Está impulsado y administrado por gente que viene de la propia esfera revolucionaria, pero que ha entendido necesario dar el salto hacia la militancia permitida. Es tiempo de socialdemocracia y reformismo. Adecuarse a la política de la evolución que se enfrenta a todo salto y cambio violento, mediante el entendimiento, el pacto-acuerdo entre las clases. Esta es la escuela en la cual ingresa Simón y la gente de su generación.

BETANCOURT

GRAN MAESTRO DE CAPILLA

Rómulo Betancourt es el ‘gran maestro de capilla’, sumo sacerdote de una política de corte anticomunista, nacida de una rama común revolucionaria que tuvo su epicentro el año 28, allá en la Semana del Estudiante o de las definiciones, y que luego se dividió.

La revolucionaria quedó materialmente limitada a la ‘idealidad avanzada’ de Pío Tamayo, asesinado primero por el gomecismo y silenciado luego por sus compañeros de calabozo. El reformismo tomó dos caminos: la militancia anticomunista en sus vertientes social-demócrata y social cristiana, y el reformismo-revolucionario que fue derrotado una y otra vez.

SIMÓN
UN DIRIGENTE DISTANCIADO DE LAS CÚPULAS

Por ello el 45 refiere la labor de unos triunfadores que van a fracasar el 48 para disfrutar de un renacer en enero del 58. En ese momento, Acción Democrática es una modesta fuerza que tiene en el joven Simón un dirigente que mira y siente las bases que se distancian de las cúpulas.

Una vez que regresan del exilio los dueños de la socialdemocracia, se le facilitan todos los trámites para establecer su gran dominio político. Y Betancourt no se queda en su figura. Prepara su movimiento para el ejercicio extendido del poder.

LA INEVITABLE SEPARACIÓN DE AD

El betancourismo es una escuela de perversión que tiene connotados antecedentes y sucesores. Y el mismo Simón, que en el 58 cede espacios para que tome asiento Betancourt, dos años más tarde está encabezando, junto con un puñado de ‘cabezas calientes’ un movimiento que se junta al Partido Comunista y en particular a su Juventud para producir un boom político de una gran dimensión y profundidad, que no tiene igual en nuestra historia y que en fuerza y significación tiene muy pocos similares en la historia latinoamericana del período.

SU MILITANCIA EN EL
EL CARUPANAZO Y LA LUCHA ARMADA

Aquí simplemente sale a relucir una contradicción básica: la gente joven de AD se rebela contra la socialdemocracia y levantan la bandera del marxismo y la revolución. Hay un grupo que está a la cabeza de estas andanzas, entre otros se cuenta a Domingo Alberto Rangel, Gumersindo Rodríguez, Américo Martín, Celso Fortoul. Moisés Moleiro, Jorge Dáger, El Macho Pérez Marcano, Julio Escalona, Rómulo Henriquez, Carlos Betancourt, Gabriel Puerta Aponte, Lino Martínez, Américo Silva.

De este enfrentamiento nace el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que materialmente reúne la juventud de AD. Un movimiento revolucionario y marxista que tiene en Cuba un ejemplo y ‘un ideal’. Es la hora de la lucha armada y la ‘unidad cívico-militar’. Simón es el comisario político en ‘El Carupanazo’ y activista-defensor de la lucha armada.

SIMÓN SÁEZ NUNCA ESTUVO DISPUESTO
PARA LA COMPRA-VENTA POLITIQUERA

El cuartel ‘San Carlos’ no le impone cambios ideológicos. No es cuestión de exponer ahora este proceso. Pero si importa resaltar que del mismo salieron muchos dispuestos para la compra-venta politiquera. No ocurrió así con Simón Sáez Mérida.

A la hora de la división del MIR a fines de los 60, Simón, para entonces Secretario General, decide separarse silenciosamente de la militancia. Lino Martínez nos decía hace 25 años que en el fondo de esta conducta se hallaba una enfermedad que le imponía una vida tranquila y alejada de preocupaciones y emociones.

UN CUESTIONAMIENTO QUE DEJÓ HERIDAS

Y entonces nos preguntamos: ¿Será en realidad esta la causa? ¿Habrá en esta decisión un dejo de decepción, insatisfacción o frustración? (ABM, La izquierda revolucionaria insurge, l981, p.86). El llamado ‘proceso de cuestionamiento’ marcó y remarcó heridas.

Un balance que puso en evidencia tendencias militaristas apartadas de la política o procedimientos que nada tenían que ver con la actuación de los revolucionarios. Ahí tienes por ejemplo, me decía en una oportunidad, lo que hicieron con este muchacho Nicolás Beltrán. Eso fue un asesinato en nombre de una supuesta unidad partidista en la cual nadie creía. Palabras irrefutables. Certeras.

DE LA MILITANCIA PARTIDISTA
A LA ESCUELA DE PENSAMIENTO

Después lo vimos al frente de la revista Al Margen y en la Cátedra de Historia de Venezuela en la Escuela de Sociología de la UCV. Y a la hora de la moda bolivariano-revolucionaria no salió en carrera a buscar su ‘realización revolucionaria’.

La investigación y la docencia lo atraparon. Y de allí surge una obra importante, no sólo en páginas sino el pensamiento que deja en el aula, a sus alumnos, a sus compañeros de vida.

DEJA SIMÓN LA HUELLA
DEL PORVENIR

Porque Simón andaba y anda por ahí repartiendo mensajes de vida y confites de porvenir. De modo que el hierro cortante y asesino logró un objetivo: arrancarnos una parte de él. Pero nos dejó la inmensa huella para la historia que algún día tendrá que ser y en la cual no estará nadie al margen.

Desde “La Razón”, semanario que fue tu casa y desde la Cátedra ´Pío Tamayo’ y el Centro de Estudios de Historia Actual de la UCV no te despedimos. Simplemente te decimos que formas parte de un registro de gente que ha cumplido con la misión de dar más de lo recibido. Por ello Simón, vamos a tratar de seguirte en tu huella de invencible tronador del mañana diferente.
abm333@gmail.com
Agustín Blanco Muñoz

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