domingo, junio 26, 2005

¡No soy bolivariano y punto!


Epa, Don Antero ¿me dicen que se metió a bolivariano? Barajo el tiro, profesor. Usted se pierde un tiempero de esta bodega ¿y ahora me viene con ese stray? Yo nunca he entendido la lucha entre bolivarianos y los otros. A lo mejor eso estuvo bien en tiempos de Páez y Bolívar. Pero después como que algunos descubrieron que el bolivarianismo paga dividendos. Y hoy lo que vemos es que no hay nada más jugoso que ser de la pata de los que están con Bolívar.

Bueno, Don Antero, esa es gente que hoy es gobierno y que cuenta con poderes sin precedentes. Por ello se comportan como los verdaderos dueños. Mire profesor, desde hace mucho tiempo aquí se utiliza a Bolívar para todo. Hasta el robo y el crimen se ejecutan en su nombre. Por eso es que yo digo que si todas estas pandillas actúan en su nombre, entonces yo me aparto de todo bolivarianismo y punto. ¡Ya está bueno de farsa!

¿Entonces usted no cree que éste es un gobierno bolivariano y revolucionario que está muy por encima de la democracia representativa? Yo creo que en discurso, engaño y corrupción es muy avanzado. Pero parece más bien la revolución de la muerte. El exterminio en Guárico, Vargas, Lara, Portuguesa o Zulia palidece ante el caso Aragua donde las denuncias pasan los centenares. Un policía amigo me dijo que sus jefes no le piden presos. Cuatro policías lanzan a un muchacho por un puente y nadie protesta (UN, 20/06, p.12). ¡Nos acostumbraron al asesinato!

Y si a eso le agregamos, Don Antero, lo que ocurre hoy en lo político, económico y militar, llegamos a… Llegamos a la peor de las crisis, profesor. En los partidos y los cuarteles todo el mundo está enfrentado y la implosión se tapa con billetes compra voluntad y conciencia, y con el tal magnicidio que sirve para que todos se junten en el culto al héroe-Dios. La política vigente comienza y termina en él.

Y mientras, a la oposición en la AN se le desafía con la aprobación de las reformas del Código para la Persecución y del Banco Central del Gobierno Y. ante la protesta, la Dip. Varela sentencia: aprobamos las leyes que nos da la gana. Y la oposición responde: habrá que calársela. ¿Qué más da? Profe, yo no soy bolivariano pero que Dios me libre de lo otro. Sancho, con ese dilema han entrampado al colectivo! abm333@gmail.com

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