UNA REPÚBLICA MARCADA POR EL
SECUESTRO
Son los emperadores, príncipes, reyes y libertadores. Los todopoderosos. Y frente a ellos, la mínima figura de una comunidad convertida en la generalidad ‘masa’ o ‘pueblo’. Una institución que está por debajo, que depende de los poderes superiores que descansa en los hombros de los propietarios de una república marcada más bien por el secuestro, por los fantasmas del saqueo al erario público, la corrupción cada vez más extendida.
Y es así como se ha conducido al grueso de la población a servir y participar en una historia que no le pertenece, en una historia de los otros. Y es así como la población se acostumbró a cumplir con las tareas impuestas en atención a la conciencia y voluntad que previamente se le sembró.
EL ESTIGMA DE LA CONDICIÓN DE PUEBLOUna sociedad en la cual las grandes mayorías son portadoras de una mentalidad que responde plenamente a los intereses de la dominación. De allí la existencia de una estructura social que espera permanentemente que los ‘de arriba’ cumplan con las grandes ejecutorias que ni remotamente podría alcanzar quienes han sido estigmatizados en la condición de pueblo.
En este sentido, en términos histórico-historiográficos no se ha trascendido la mentalidad y el hacer dictaminados, primero por los invasores que hacen al hombre de estas tierras un simple descubierto y luego por una de las corrientes que hacen sus veces: el positivismo.
Tenemos por ello el pensamiento y el sentir del colono a la orden del jefe-todopoderoso. No ha habido aquí la más mínima escuela para impulsar la creencia en el colectivo como agente histórico fundamental.
[1] Sobre esa comunidad ha recaído de manera permanente el control-manipulación que cuenta con una determinada orientación filosófica e ideológica.
LA PERMANENTE ACCIÓN DE LOS CAUDILLOS
Queda claro entonces que el centro de la tragedia política, por no decir histórica de esta sociedad, radica en un rumbo controlado por los caudillos, como ‘única forma de imponer la libertad y el progreso’. Es el mismo césar para el mismo sometimiento.
Pero en este caso se cuida de mantener con vida la libertad y la democracia. Desde este momento se puso a andar esta ficción que tan buenos resultados ha dado a los señores propietarios de la res pública. Se trata, en definitiva, de referir lo que está planteado hoy y aquí, a la hora de la conmemoración de los 186 años de la batalla de Carabobo.
Sobre este acontecimiento la historiografía predominante acuñó un decir que todos tenemos grabado en la memoria: con esa magistral batalla se sella la independencia nacional. Se logró por la vía de las armas lo que no se consiguió con las declaraciones que implicaban un deseo y exigencia de libertad.
¡Se selló la independencia nacional! ¡Desde entonces la soberanía y la libertad plenas! ¡Nunca más seremos sojuzgados! ¡Bajaron las cadenas y el egoísmo jamás volverá a triunfar! ¡El pueblo, al fin, lanzó el yugo y logró el más grande valor del hombre: la libertad!
EL LUCRO DE LA EMPRESA DE LA LIBERTADHabía triunfado la patria. Y a nivel de discurso resultaba bueno el sonido. Pero no se dijo que esa patria triunfante correspondía a los ‘auténticos patriotas’, especie de descendientes por la vía latina de los patricios romanos. Era la naciente patria de unos, de los jefes militares y civiles. Y comenzaron a predominar los haberes militares. La guerra pagó dividendos. Surge el rico de la guerra. La independencia que se sella en Carabobo trae incorporada la clase que hizo de la ‘empresa de la libertad’ una manera de lucrarse y asegurar su destino con la posesión de una patria convertida materialmente en su propiedad.
Y esta resultante no tiene porque extrañarle a nadie. Es el lógico colofón de un enfrentamiento con el ‘imperio español’ asumido por los propios descendientes de lo que consideran como la metrópoli. Por ello el movimiento en principio no se propone el rompimiento sino el acuerdo con el poder central.
De allí, que al momento de ver el peligro que recae sobre esa metrópoli debido a la invasión napoleónica, se cree una Junta de y para la Defensa de los Derechos de Fernando VII. Entonces había acuerdo con los lineamientos generales del poder central. Un poder que convoca a la unidad a diferentes instancias con el objetivo de mantener el poder en las manos de la dominación.
Por esto apenas se aspiraba a una independencia de corte político. Pero el programa de los mantuanos choca con expresiones como las que se fraguan desde los tiempos de los ‘movimientos precursores’. El proyecto de Gual y España era avanzado y radical. Las expectativas de los pardos no se podían limitar a una independencia política que nada les diría en cuanto a mejorar su modo de vida.
Para los negros o las etnias originarias estaba planteado también adquirir alguna reivindicación en el orden social y económico. De modo que el objetivo político se queda corto aun en el seno de los mantuanos. Y por ello la reacción de ‘un imperio’ que debe atender a la insubordinación de una de sus sociedades invadidas.
LA LEY DE LA DIVISIÓN Y LA DESIGUALDAD
Pero con el agravante de que las fuerzas de y para acometer una guerra por la independencia, nacen y se desarrollan bajo la ley de la división. Los intereses pardos no coinciden con los de ‘blancos criollos’. Y éstos ya estaban distantes de los ‘blancos de orilla’ y a mayor distancia de negros u originarios.
De modo que los mandos del ‘ejército independentista’ corresponde a los señores de la sociedad que se trasladan ahora a la guerra, pero manteniendo sus espacios-dominios y privilegios. Es una guerra conducida por los señores de la unidad para la defensa y resguardo de los privilegios.
Y desde un inicio sale a relucir una figura que encarna al elegido y salvador. Al caudillo. Hombre guerra. Estratega. Político. Pensador. Humanista. Parece designado por la ‘providencia’ para conducir el proceso de independencia de Venezuela y otros países.
Y todo se dispone para que la dirección del movimiento quede en sus manos. De allí la decisión de quitar de su camino los obstáculos.
MIRANDA: EL PRIMER SACRIFICADOEl primer gran sacrificado fue el generalísimo Francisco de Miranda, entregado por sus propios compatriotas a un enemigo que veía en él su máximo contendor. Y este no es un acto aislado. Denota lo que es el mundo de enfrentamientos grupales, la división reinante en el llamado proceso independentista. Esto se verá a la hora de los conflictos entre los caudillos o de éstos con el máximo dirigente.
Y se llegará a casos de tanto desequilibrio, angustia y desesperación como el de la condena y fusilamiento del Gral. Manuel Piar con el apoyo y visto bueno de otros jefes militares que mantenían sus propias e irreductibles posiciones.
Lo que parece estar fuera de duda es que Piar no procede de las filas mantuanas y se convirtió en un gran jefe militar que tal vez despertó recelos en quienes no habían demostrado ese nivel de competencia.
La propia carrera militar de Bolívar plantea interrogantes como las que surgen, por ejemplo, al momento de la caída de la llamada primera república, al decretar y realizar la ‘guerra a muerte’ o la expedición hacia oriente.
Y en el orden político e ideológico no hay en el máximo conductor una obra que en lo teórico y lo práctico apuntara hacia la unidad. Porque este dirigente tiene ante todo una gran claridad sobre la desigualdad y esto permite pensar en la posibilidad de que se considerase un genio materialmente enviado por los dioses y la naturaleza.
PARA BOLÍVAR LOS HOMBRES NACEN
DESIGUALES
En este sentido, en Angostura lo escuchamos decir en plan aristotélico que los hombres nacen desiguales: “La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerzas y caracteres”...
[2] Se justifica de esta manera los males de la humanidad. La propia esclavitud. Pero no solo eso. Hay una manera de aclarar los derechos de cada quien porque sólo puede votar quien tiene como comprarse el voto.
¿Y cuál es el alcance del humanismo de Bolívar? Porque el personaje que marca en forma tan nítida las diferencias entre los hombres, se presenta como el mismo que hace permanentes llamados a la unidad.
Y esto es algo que cuesta creer. Porque no hay unión entre el poseedor y el desheredado. Y en este caso específico, no hay siquiera unidad entre los supuestos iguales. Porque “los iguales” están divididos en grupos de intereses que por lo general son irreconciliables. Entre ellos puede haber pactos-negociaciones-acuerdos pero no espacio para la llamada unidad. De allí el vacío en que cae la prédica del “Padre de la Patria” quien se empeña en contraponer la unidad al peligro de la anarquía que ‘nos devorará’.
Se apela una y miles de veces a lo que no existe, a lo que no se sembró. Con el inicio de la invasión queda establecida una sociedad con el rasgo del sometimiento encima. Por un lado la destrucción de todo lo existente para levantar el imperio del poder de los ‘civilizados’. Por la otra parte quienes sólo quedaron con sus valores y las ganas de vivir para luchar por un mundo diferente.
LA PATRIA-PEDESTAL ES PARA QUIEN
LA MEREZCAY esto explica lo que ocurre más allá de Carabobo. Son los tiempos en los cuales comienza el reparto de la patria entre los patriotas que se habían ganado tal merecimiento. En principio todos aspiraban su pedazo, pero al final se llega al acuerdo que no todos lo merecen. La patria no alcanza ni puede alcanzar para todos. La patria es para quienes hicieron méritos.
No es verdad, en consecuencia, que sea aras en la cual todos puedan sembrar. Porque inclusive al colectivo de nada le vale plantar en tierras ajenas. Por tanto, la patria, para los dueños propietarios, es más bien un pedestal que sólo puede ser tocado y disfrutado por ellos, los triunfadores en una ‘empresa independentista’ que fue capaz de proporcionarle los mayores y mejores beneficios. Y el aras está montado sobre la base de servir de forma para enriquecerlo y mantenerlo.
EL COLECTIVO NO TIENE PATRIA, ARAS
O PEDESTALPor ello, la república que se funda en 1830 sobre la base de la división y la unidad de los poseedores de haberes obtenidos como compensación de los servicios militares prestados en las guerras por la independencia, es limitada y parcial. Es de los propios dueños. El desheredado-colectivo no tiene república ni patria, aras o pedestal. Sólo es portador de la miseria que le corresponde en su histórica condición de invadido y sin unidad como arma para mantener poderes.
Y por ello, en forma muy clara y nítida, arriba Venezuela al tiempo de una historia regida por los intereses de lo que genéricamente se denomina la oligarquía. Los llamados conservadores y liberales son dos expresiones del mismo proyecto de propietarios. Es una república que hace gala de las mismas banderas de la hora de la fundación: la unidad que no es unidad pero que está al servicio de unos determinados intereses de clase.
LA REPÚBLICA UNITARIO EXPLOTADORA
No hay repúblicas, señalamos en 1974’
[3]. Lo que existe desde un inicio es la república unitario-explotadora. Y hoy mantenemos esta tesis. La misma república se expresa de varias formas para mantener el asalto-saqueo a las mayorías.
Y para cumplir ese cometido se apela desde un comienzo a la escuela positivista del ‘caudillo necesario’ que tiene hondas raíces y trayectoria. La cuestión ha sido suficientemente difundida pero muy poco asimilada. Porque en cada caso los movimiento que son extensión de una e indivisible historia se presentan como ‘nuevos’. La idea parece estar dirigida a lograr que otros rostros ocupen el protagonismo, sin que eso signifique ningún otro tipo de cambio. El predominio corresponde a un mismo ‘modelo’ que se mueve en el tiempo-espacio’.
Y las alteraciones que nacen en el seno del propio orden de injusticias, en ningún momento logran avanzar por el camino del triunfo. Siguen la senda de los movimientos considerados como precursores del proyecto de independencia. Y a la hora en que se da esta declaración, como en el momento de su consolidación en Carabobo o en el instante del destrozo del proyecto bolivariano de la Gran Colombia, el resultado es el mismo para las mayorías: la quiebra.
Y lo mismo ocurre a la hora de la guerra federal cuando el peligroso avance de las fuerzas ‘feberales’ obligan a los conservadores de Páez y los federales de Falcón y Guzmán a firmar el salvador Pacto de Coche que permitía resguardar la república en manos de sus legítimos propietarios.
El desgaste federal obliga a la búsqueda de un régimen de fuerza sobre bases más firmes y organizadas. Se nombra y entiende el proyecto como profundización de la civilización con miras al verdadero hundimiento de la barbarie.
Las banderas liberales-positivistas alcanzan un importante vuelo. Y el llamado a ocupar el puesto del César a partir de la ‘Revolución de Abril’ de 1870 es el heredero de las glorias de la guerra federal, para muchos el segundo capítulo de una independencia que sólo alcanzó para los propietarios.
LA NUEVA ESCUELA CAUDILLISTAPero Coche y Guzmán Blanco se encargan de que ‘las cosas vuelvan a su debido lugar’. Ahora se desarrolla la nueva Escuela Caudillista. Una ambición de poder cuyo primer cometido es lograr la unidad. Y para ello se siente obligado a enfrentar a todo pequeño caudillo que le hiciera la menor sombra a la revolución. El fusilamiento del Gral. Matías Salazar encabeza la lista de los actos que garantizan la ‘seriedad’ del proyecto que se adelanta otra vez más a favor de la patria.
La obra guzmancista dice mirar hacia la democracia, la libertad y el cemento. Es el surgimiento de una capa social que procede del mismo frente militarista independentista pero que incorpora el afán de la actualización. El propósito es ponerse al día con el desarrollo de la sociedad. Y para el nuevo patricio en plan de mando-poder es importante mirar hacia Europa porque allí se ven y se sienten nuestras ‘raíces culturales y civilizatorias’.
Se asume en todo su esplendor el pedestal de los descubiertos. Y mirando hacia la Francia monárquica se establecen elementos que servirían de base para el desarrollo de las estructuras burguesas en Venezuela. Es la preocupación por lograr un Estado permanente que pague los mejores dividendos a la clase que lo sustenta.
Pero la estructura represiva guzmancista no llega a garantizar la permanencia del naciente modelo de poder que impulsaba las bases de una nueva realidad económica y social. Y lo que ocurre en este caso es muy claro. Una vez más falla la unidad de los intereses mayoritarios y transitoriamente la ‘anarquía’ se adueña de la patria.
EL PODER UNITARIO SE RECONCILIA Y AFINA
SUS OBJETIVOS
Y esto es lo que explica que hayan resurgido los llamados caudillos regionales que arman la conocida ‘desintegración’ de fines del siglo XIX que sólo podrá someter el ‘César Democrático’ que surge con la Revolución Restauradora, que tiene primero a Castro y después a Gómez como dirigentes principales.
De nuevo el ‘poder unitario’ se reconcilia y afina sus objetivos. Uno y otro dictador se comprometen a mantener en alto las banderas de los dueños-propietarios.
Y esta situación se vuelve más clara a partir de la tercera década del pasado siglo cuando se produce el reventón petrolero. La dictadura pasa a combinar lo telúrico con el ‘oro negro’. De inmediato aumentó el capital de la riqueza. Y la unidad se hace más férrea. Eso hizo posible que el gomecismo siguiera con vida más allá de la desaparición física, por muerte natural, del dictador.
En efecto, la política que se genera y desarrolla bajo la naciente ‘era petrolera’ tiene fuertes recursos para costear una ‘buena unidad’ que se haga dueña-propietaria de Venezuela. Y esto es lo que ocurre y trasciende al dictador para tomar el rumbo de la transición de López Contreras y Medina. En 1936 ‘fuerzas populares’ que se organizan y desarrollan desde 1928, bajo la influencia de la ‘idealidad avanzada’ de Pío Tamayo, intentan enfrentar y desjerarquizar la unidad.
El 14 de febrero se producen acontecimientos memorables que van desde la masacre hasta el compromiso que se hace con el presidente por el respeto a la libertad y en especial a la de expresión, a cambio de que la gente se fuera a su casa. Todo terminó en ese acuerdo y el gobierno no tuvo tropiezos insalvables.
En octubre del 45 la fracción del 28 que se volvió socialdemócrata se junta con los militares de la ‘Nueva Escuela Militar’ para tratar de suplantar la vieja unidad por la creación de un ‘nuevo bloque unitario de poder’. El experimento fracasa momentáneamente y se reimpone el viejo modelo unitario encabezado por quien antes se unió con Acción Democrática para intentar un golpe que acabase con el medinismo.
EL AUGE DE LA MODALIDAD PETRO-INDUSTRIALEn 1958 se produce el triunfo de las mismas fuerzas unitario-petroleras, portadoras de toda una gama de antecedentes. La modalidad productiva petro-industrial está en la base de las aspiraciones de una burguesía que considera llegado el momento de alcanzar su verdadero desarrollo convertido en grandes privilegios.
Con la implantación del nuevo modelo todo parecía apuntar hacia la consolidación del poder de los mismos propietarios en un tiempo en el cual comenzaban a tener incidencia elementos nuevos que corresponden al cuadro nacional e internacional.
Comienza a desdibujarse la centenaria idea de patria y las propias aras quedan en el pasado. El petróleo lo ocupa todo. Y la historia comienza a dejar huellas de aceite negro.
A la caída de Pérez Jiménez era fácil colegir que comenzaría un período en el cual deberían fortalecerse las relaciones con los EEUU. La democracia, en medio de la ficción de democracia y libertad, lo logra a plenitud.
DE LA LUCHA ARMADA AL REPLIEGUE
SE CONVALIDA LA DEMOCRACIA RENTISTAEste proyecto de unidad petro-industrial apenas sufre una alteración. Es la hora de la lucha armada de la década de los sesenta. La entrega, el arrojo, la valentía de unos jóvenes que en buena parte fueron utilizados por quienes, improvisada y emocionalmente, entendieron que había llegado el momento de llevar al suelo el mal llamado régimen democrático. Lo que en principio pudo verse como un movimiento de desobediencia armada se convirtió rápidamente en la lucha de un ideal abandonado a su suerte.
Los dirigentes de esta ‘forma superior de lucha’ entendieron que era necesario replegarse y reintegrarse a las luchas de masas y legales Ya habían dado un gran aporte al proyecto unitario que desde 1958 da continuación a las prédicas de la socialdemocracia, derivación del marxismo, que se encuentra en el camino del liberalismo y el positivismo.
EL TIEMPO DE LA MASACRE VENEZUELA
El tiempo que sigue es de un dominio casi absoluto de las fuerzas unidas para proseguir la tarea de saqueo y perversión. Sin embargo, en 1989, se produce una protesta social extendida. La única manera de detener esa explosión fue el disparo, la violencia abierta y desenfrenada. Es la ‘masacre Venezuela’. El grito de advertencia quedó suspendido en el tiempo: ¡Nunca más tu crimen! La desesperación se convirtió en inmensa protesta y al final todo se redujo a las fosas comunes. La Peste quedó establecida como una de las grandes acusaciones que pesa sobre la llamada democracia venezolana.
[4]TIEMPO DE VACÍOS
Y este es un momento que marca el inicio de un gran vacío. El modelo económico y social languidece y se revela como fracasado. Incapaz de responder a las aspiraciones del colectivo. La gente ya no quiere nada con los políticos del populismo que tanto le ofrecieron sin llegar nunca a cumplirle. No quieren los partidos ni las instituciones en general. Perdieron la confianza en el orden vigente. Y más aún cuando les toca presenciar y padecer la reacción de unos cuerpos represivos que son lanzados como única posibilidad de salvación.
EL ENIGMA DEL GOLPE PERMITIDOY cuando esto ocurre ya está en pleno desarrollo un movimiento conspirativo que se gestó a comienzos de la década. Es un movimiento encabezado por un joven oficial que parece ingresar a las FAN con el único propósito de conspirar. Desde su excepcional y curioso ingreso a la institución con materia pendiente, es decir, sin el título de bachiller hasta lo que hemos calificado como el golpe permitido del 04F-92, el personaje es un enigma.
EL ACUERDO DEL MUSEO MILITAR
O EL GOLPE NEGOCIADOSobre esto hemos aportado algunas consideraciones
[5]. Y lo más relevante está relacionado con un actor que ya en su juventud señala que ingresó a las fuerzas armadas a prepararse para cumplir con grandes responsabilidades que le tiene encomendado el futuro. Y ante la figura de Carlos Andrés Pérez señala que algún día quisiera ser como él y ejercer la presidencia de la república. Este es el mismo personaje que, años más tarde, cuando le toca dirigir el intento de golpe del 04F-92 se instala en el Museo Militar, no a combatir sino a cumplir con algo previamente establecido: entregar el movimiento en la seguridad de que se produciría por otras vías la defenestración de CAP y la candidatura de Caldera, quien a la hora del intento de golpe se había comportado como un complotado más.
[6]El capítulo de la defenestración de Pérez debe ser examinado de manera cuidadosa. No tiene precedentes en la historia nacional ni de muchos países que el propio partido derroque su presidente. Esto denota el nivel de descomposición que estaba planteado en el cuadro histórico nacional.
Y cuando sale a relucir la conexión, aún no desmentida, entre el calderismo y el golpismo encabezado por Chávez, caemos en cuenta de que estamos en presencia de un movimiento que va más allá de la decadencia que ha sido manejada en el pasado. El acuerdo-negociación, el pacto-complicidad entra en acción. Es el momento de conformar una unidad a lo interno de los dueños y señores de la patria para superar y derrocar la vigente.
La patria adeca que tiene su representación en el presidente CAP está liquidada. Y la patria copeyana, ya moribunda terminará de fallecer cuando se produzca un nuevo movimiento que recoge las aspiraciones de un colectivo que dejó de creer en la política y los políticos y que se afilia más bien a la idea de la ‘antipolítica’.
Caldera se junta al ‘chiripero’, deja a un lado a los partidos y obtiene el respaldo de los múltiples y pequeños grupos provenientes de las muchas divisiones de las izquierdas. Se da por descontado el voto de los militares de la conspiración, dada la relación con el candidato.
UN SOBRESEIMIENTO SIN EXPLICACIÓNY el gobierno de Caldera II produce un acto que para muchos fue una enorme sorpresa: el sobreseimiento de los golpistas. No se otorga indulto porque lo acordado era que se mantuvieran con vida los derechos políticos. Esto queda claro cuando se conoce que en el plan unitario que se adelantaba se contempla que el sucesor era el jefe de los golpistas
[7]. Algunos de los sobreseídos ocuparon puestos de alguna importancia en el gobierno, mientras Chávez toma el rumbo de la abstención.
Desde Yare rechaza ser el sucesor presidencial. Y se supone que ya para ese momento existe un nuevo plan en el cual está implicado. En diciembre de 1997 cambia la línea abstencionista en electoral. Nace el MVR como partido para lo electoral. El MBR-200 seguía siendo el movimiento estratégico para los grandes cambios.
LA UNIDAD ALREDEDOR DEL NUEVO LÍDERLa campaña electoral tiene como rasgo principal el rechazo a los partidos y a los políticos. La preferencia inicial fue por una reina de belleza, que pierde su ubicación al recibir el apoyo de COPEI. De inmediato el jefe golpista, ahora candidato, comenzó a encumbrarse. Pronto las encuestadoras establecen que no podía perder. Entonces el capital y el conjunto de los dueños-propietarios impulsaron la recomposición de la unidad.
EL TIEMPO DE LA REVOLUCIÓN
‘MADE IN USA’
El candidato que en principio adversa ‘el imperio’ por su condición de golpista, recibe la bendición del mismo en presencia del embajador Maisto y el ex-presidente Carter pocas horas antes de las elecciones. De modo que el 06D-98 gana un amigo de Norteamérica.
Hasta el 15Ag.-04 hay un verdadero acercamiento con USA. La ‘revolución entonces bonita’ era materialmente hecha en Estados Unidos o, al menos, con su apoyo. En momentos críticos de la crisis política posterior al 11A-02 ‘el imperio’ hace serios esfuerzos a favor de la estabilidad política.
Hasta este momento las fuerzas históricas de la unidad adelantan muchas gestiones en función de restablecerse. El componente ‘imperio’ en este caso no tiene porque sorprender. Es un integrante de mucha importancia en la modalidad productiva petro-industrial. Y la promesa de revolución no niega, en sentido estricto, la entidad democrática.
Con el triunfo del fraude en el Revocatorio Presidencial, el golpista-presidente (GP) entiende que ahora comienza a ejercer un nuevo dueño-propietario de Venezuela. Un dueño que no tiene inconveniente para jugar a la unidad con quien sea necesario, con tal de
Garantizar su predominio.
LA VENEZUELA QUE CAMBIÓ PARA SIEMPRE
Dice entonces que Venezuela cambió para siempre. Se supone que eso significa romper con el pasado, con la continuidad que define el proceso social de este ex-país. Se quiere dar la idea, tal vez, de un gran salto en esta historia. Pero lo real y preciso es que este régimen cuanto produjo y produce tiene que ver con un curioso tipo de cambio que, en forma permanente, se encamina y se mantiene en el pasado.
Su condición liberal-neoliberal, unida a su concepción positivista para explicarse la historia, hace posible que el régimen se considere como lo más acabado en el proceso llamado republicano. Es el autoritarismo en todo su esplendor. Y cuida en ese sentido de seguir en la ruta del ‘gendarme necesario’ que se asemeja a los gendarmes del ‘socialismo real’ o del totalitarismo.
LA IMPLANTACIÓN DE LA REALIDAD VENECUBANA
Y el rompimiento que está en el fondo del ‘cambio para siempre’ tiene una clara finalidad: se da el salto hacia la identidad con Cuba para la implantación de Venecuba como realidad geopolítica. Y esto ocurre en el momento en el cual el GP entiende que está obligado por las propias fuerzas radicales de su “movimiento revolucionario” a dar el paso hacia el socialismo del siglo XXI en sustitución de la ‘democracia’ que había prevalecido desde 1958.
Hoy todo está dirigido hacia la siembra de ese engaño socialista. Esta es la manera de esconder un fracaso, una profunda derrota. El imperio del ‘socialismo real’ del siglo XX hoy está plenamente integrado al mercado norteamericano. Y para evitar la acusación de que se apunta hacia el pasado, se apela a un estreno-inauguración: un tal socialismo del siglo XXI que nadie sabe qué es ni hacia dónde va.
LOS DIVIDENDOS DE UNA NECESARIA SEPARACIÓN
El proyecto-proceso revolucionario se sentía obligado a separarse y diferenciarse de las ‘cúpulas podridas que mantuvieron hundido al país por 40 años’. La proposición de democracia participativa o directa no tenía una mayor pegada. Por ello se inventa lo del socialismo siglo XXI que tiene en su seno una verdadera incoherencia, en tanto no es posible evitar advertirlo como una negación del propio acontecer socialista. Una negación del pasado socialista y la afirmación de un futuro que nadie sabe como podrá volverse victorioso.
En el plano de lo real-concreto, aquí se plantea el rompimiento con el proyecto unitario que tuvo en Caldera II un dirigente que poco pudo abonar en favor de la superación de la inmensa crisis política que lo ve surgir como presidente. El GP es el continuador del mismo proyecto suscrito y dirigido por Caldera. Ocupa su papel de dueño-propietario y hace duros esfuerzos por mantener vivas las esperanzas invasoras.
Pero esta es una posición sin perspectivas porque no es posible crear ningún espacio propio. Cerrada la vía democrática y capitalista que se califica como negativa sólo queda la socialista con el agravante de que no tiene economía propia y los proponentes se dedican a generalidades, tales como economía colectiva o economía socialista.
Esto es hablar de lo que nadie sabe que es. Porque a lo largo del llamado socialismo no se creó ni una economía diferente ni un nuevo modo de producción. De allí la permanencia o regreso de China o Rusia al portaviones de la economía yanqui.
UN EXPAÍS ATRAPADO POR TODAS
LAS MISERIAS¿Hacia dónde se condujo a Venezuela y en particular a su modalidad productiva petro-industrial en este tiempo de globalización? No es verdad que seamos un país enfrentado y en plan de ‘guerra asimétricas’ contra el ‘imperio’. Somos simplemente un ex-país atrapado hoy por todas las miserias. Al lado de los padecimientos de orden material están los subjetivo-espirituales. Y allí se inscribe la confrontación-polarización, el odio creciente y el establecimiento del miedo-angustia-terror como norma fundamental para el control de la gente y en particular aquella que hace gala de posiciones disidentes.
LOS NUEVOS DUEÑOS-PROPIETARIOSEste ex-país está hoy en manos de ‘unos nuevos dueños-propietarios’. El proyecto-proceso, con su composición militar-cívico, parece estar orientado hacia la constitución de un nuevo mando-poder.
Pero hasta la fecha eso no se ha dado: el ‘nuevo proyecto’ choca contra una realidad que adversa la imposición. No es posible, en consecuencia, la afirmación según la cual el colectivo venezolano estaría dispuesto a aceptar de manera consciente el cercenamiento de los más elementales signos de democracia y libertad.
Por ello es que se impone afirmar que sólo a partir de la aplicación del método jacobino se lograría el sometimiento definitivo del grueso de la población. En principio es difícil, muy difícil el cuadro histórico.
EL CAPITAL SIGUE JUGANDO AL SOCIALISMO
SIN SOCIALISMOPero por encima de todo reparo hay que registrar que el GP, al frente de un grupo militar-civil logró ponerle la mano a una parte importante de la unidad-sociedad-país.
Hoy Venezuela está bajo su mando-poder. En su seno está aún una parte importante del capital. Cuenta con dueños-propietarios del pasado pero no como clase o grupo de interés. Por más y que se ha avanzado en el plano de la radicalización, todavía el capital financiero y bancario sigue jugando al socialismo del siglo XXI pero sin socialismo.
Y hoy hay un poderoso mando-poder que a la vez parece concentrar mayores fuerzas para su proyección.
¿Pero que fuerzas apuntalan y potencian las que están en la base del ‘proyecto revolucionario’? Lo cierto y definitivo es que aquí las fuerzas que supuestamente son contrarias al orden vigente, contribuyen más bien, con su quietud, confusión o acciones inscritas en la incoherencia, a su permanencia y triunfo.
Por ello hemos señalado muchas veces que aquí ‘las oposiciones’ también forman parte del proyecto unitario de la invasión.
A 186 AÑOS DE CARABOBO SIGUE VIGENTE
LA UNIDAD DE LOS INVASORES
Y en esta dirección y perspectivas es donde tenemos que situarnos para plantear la tragedia que vivimos en esta fecha, este 24 de junio, a 186 años de Carabobo. Un proyecto que se basa en la unidad de los invasores se hace pasar hoy desde las posiciones de mando-poder, por movimiento revolucionario.
Por ello, en medio de la confusión, parece estar claro que todas las fuerzas avalan la usurpación que hoy controla a Venezuela.
Y de esta manera muchísimos, por no decir todos, formamos parte de la legión de responsables de lo que ocurre hoy aquí.
En esta hora de la decadencia-hundimiento todos tenemos culpa y deberíamos comenzar por reconocerlo para tratar de asumir un comportamiento diferente. De no ser así, seguiremos actuando a favor de los poderes del aplastamiento y el saqueo.
LA SALUD DE LA REVOLUCIÓN SE MANTIENE
A PUNTA DE MILLONESEl régimen actual disfruta hoy de buena salud porque tiene con que pagarla y mantenerla. A punta de millones, a punta de tarifas se mantiene esta llamada revolución.
Pero el componente que más actúa en su estabilidad y mantenimiento es el que corresponde a las fuerzas que teóricamente estarían en posición contraria.
La actuación de ‘las oposiciones’ las comprometen con la búsqueda de una oportunidad para volver a la unidad, a posiciones de grandes dividendos.
De allí que se actúe en términos de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, de proponentes y firmantes del Pacto de Coche o de dolientes de Juan Vicente Gómez para asegurarse que siguieran y sigan con vida y buena salud en la Venezuela de hoy.
Venezuela hoy no cuenta con fuerzas de deslinde. Las que no están quieren estar en el bloque de la unidad y la proyección hacia los privilegios. De allí las actuaciones de los años 02 al 04 y en particular hasta el 15Ag.-04.
Las ‘fuerzas opositoras’ y su ‘Coordinadora Democrática’ llevan al sacrificio a un movimiento de protesta y disconformidad de grandes proyecciones. Y cuando vuelve a levantarse se le deja solo el 04D-05. Aún no se ha estudiado este penoso y trágico capítulo de la irresponsabilidad y la confusión.
LA OPOSICIÓN CONVALIDA A SUS OPUESTOSEl colectivo materialmente asqueado por el fraude electoral a la hora del RRP, decide no volver a las urnas electorales y ‘las oposiciones’ se sienten forzadas a acompañarlas, esto después de haber incurrido en manejos de facturas bien poco edificantes como las que surgen el 23/11/05 en Filas de Mariches, a la hora de la auditoria a las máquinas de votación y cuando queda al descubierto uno de los principales mecanismos de fraude.
Se habla de acuerdos con el régimen y de violación del mismo. Los actores guardan silencio. ¿Cuándo sabremos qué pasó allí? Las elecciones para Asamblea Nacional se realizan en sana paz. Y un precandidato presidencial de uno de los partidos que actúan como agentes de la convalidación en marcha, vota públicamente porque no cree en la abstención sino en el ‘voto democrático’.
Y al siguiente día de la mayor abstención de la historia electoral de este ex-país, el mismo personaje que públicamente se burló de la decisión asumida por el colectivo y acompañado por otros actores de la farsa y con gran capacidad de destrucción, lanzan la proposición de organizar un movimiento que presente un candidato de unidad para los comicios del 03D-06.
Ante la maquinaria fraude que operó en el RRP se responde, no con la decisión del colectivo el 04D-05 sino con una acción de acercamiento y conciliación al mando-poder unitario y hecho régimen para desgracia de Venezuela.
Se responde buscando afanosamente un candidato de consenso y unidad que derrotase al otro candidato de unidad. Porque lo importante es reunir o restablecer los poderes e impedir que siga el deslinde.
Los componentes dueños-propietarios no pueden seguir en la dispersión. Todos los aspirantes a ejercer el mando-poder deben responder a la política unitaria que es la más efectiva para controlar todo tipo de malestar popular.
Y fue así y con la ayuda de partidos y ONGs como se montó la nueva y gran farsa electoral. El oficialismo temía que se pudiera repetir el fenómeno abstencionista del diciembre pasado. Por ello necesitaba el contrario que se encargara de la legitimación del proceso.
Las negociaciones y las encuestas, desechadas las primarias propuestas por Súmate, hicieron posible el surgimiento del candidato del triunfo que le llevaría a cobrar.
La votación masiva por el candidato de la redistribución de la renta petrolera por el procedimiento Mi Negra, impediría el fraude. Las advertencias de la existencia de una maquinaria del y para el fraude de nada valieron. Se llevó a la gente a las smarmatic traga-votos.
El 03D-06, apenas concluido el acto de votación y sin finalizar las auditorias, el candidato de la unidad de ‘las oposiciones’ reconoce su derrota y el triunfo del adversario, aunque no por el margen que se señalaba. Dice que no hubo triunfo y que, en consecuencia, no hay cobro. De inmediato surgen las dudas que aún persisten.
El 18D-06 el jefe de estrategia de la candidatura de la unidad declara para ‘Noticiero Digital’ que la derrota no los sorprendió porque nunca se montaron ‘parajitos preñados’ con el triunfo. Sabíamos que íbamos a perder y nos vimos obligados a decirle mentiras blancas a la gente para que llegaran al final y votaran. El candidato derrotado ratifica el 03E-07 en el New Herald que perdió en elecciones limpias.
LA OPOSICIÓN LE OTORGA CONDICIÓN DEMOCRÁTICA
AL AUTORITARISMODesde este momento el GP queda completamente libre de toda sospecha de fraude. Es un gobernante democrático. Alejado de autoritarismo-totalitarismo. Mundialmente cuenta con una limpia imagen.
Y esto le permite decretar la ‘nueva era’, la profundización de la revolución. La hegemonía en todas las direcciones. No hay ni habrá frente que pueda librarse de la acción totalitaria. Ahora el GP el jefe único se hace sentir con mayor fuerza como el dueño-propietario de Venezuela. El nuevo Juan Vicente Gómez, con las vestimentas y ademanes de Simón Bolívar.
A él le corresponde disfrutar su condición de patriota, descendiente del Padre de la Patria. Él es hijo de la patria de Bolívar y en tanto Bolívar, es el nuevo Padre de la Patria.
Y ahora Bolívar se sitúa al lado de Cristo, Marx y el Che para ponerse al frente de la construcción del socialismo del siglo XXI.
Y aún pensando en que muchos actores actuaron de buena fe, se sabe que los resultados obtenidos por el régimen se logran gracias a los aportes y al propio impulso unas ‘oposiciones’ que cada día quedan más sepultadas en los territorios de la entrega y el pasado.
AQUÍ NO HA HABIDO CAMBIO HISTÓRICO SINO
TRASPASO DE MANDOSEl recuento de la historia de este ex-país es indispensable para mostrar, en lo fundamental, que aquí no se produce en ningún momento un cambio histórico sino una continuidad de los privilegios y un traspaso de los mandos, a los similares. Jamás al colectivo.
Y es esto lo que atañe a la celebración de un 24 de junio que se considera como momento culminante en el proceso de independencia política que se acomete entonces y que casi 200 años después parece necesaria e impostergable.
Las llamadas revoluciones promovidas y aupadas por las montoneras que llenan buena parte de ‘nuestra historia republicana’, levantan por lo general las banderas de nuevos hombres, nuevos principios y nuevos procedimientos. Una mentira con tres componentes que se repite a lo largo del tiempo, para garantizar el triunfo del movimiento unitario que, a diferencia de los anteriores, se presenta como nuevo. Pero a decir verdad lo único novedoso es la cara de quienes se exhiben como los últimos salvadores de la patria y , en consecuencia, del pueblo, la república y sus instituciones. En esta política reside una buena parte de nuestros fracasos, frustraciones y miserias.
Porque lo que define en lo fundamental el curso de ‘nuestra historia republicana’ es la producción y reproducción de infamias de todo tipo. En esto ha habido una estricta y lineal continuidad que no conoce, ni siquiera, momentos de quiebra, a pesar de la política del ofrecimiento exhibida por cada uno de los ‘nuevos libertadores’, que en definitiva no son más que legítimos caudillos herederos del Padre de la Patria.
CONTAMOS CON UNA SUCESIÓN DE LIBERTADORESEsto quiere decir que contamos con una sucesión de libertadores que nadie sabe a plenitud para qué o a quiénes le han servido. Muchas cosas nos han faltado en el orden militar y político, pero en ningún caso libertadores. Ya un candidato a cualquier posición militar o política asume su tono, condición y rasgos. Y como tal se encargará de rendirle culto-pleitesía al ‘Padre’ en el entendido que sus súbditos le recompensarán con el mismo tratamiento.
En sentido estricto se podría pensar que esta es la misma historia de cualquiera de los pasados tiempos. El mismo culto a los mismos dioses. Es como si nos halláramos en el llamado mundo colonial. A la hora de pensar en la declaración de la independencia nacional se quiso mantener el vínculo con Fernando VII y la ‘potencia invasora y creadora que había tomado a Venezuela como su posesión.
DE LA GRAN COLOMBIA A VENECUBA
UNA MISMA AMBICIÓN DE PODER
Doscientos años después nuestros gobernantes actúan en la misma dirección al crear en la práctica más que una junta, un movimiento defensor de los derechos de Fidel Castro sobre Venezuela. Él es visto y tenido como una especie de gran Dios a quien debe rendirse culto de manera permanente, por ser el supuesto creador del socialismo en el continente y por haberse enfrentado al ‘imperio’ por más de medio siglo.
De aquí nace Venecuba, que lejos de darle identidad y coherencia a lo que somos, se presenta como una acción que pretende salirse de las fronteras nacionales, para expandir la acción libertadora hacia los ‘pueblos del mundo oprimidos por el imperio’.
Pero no se tiene conciencia de que ese traspaso de funciones nos coloca en el propio centro de disputas entre poderes imperiales, que sólo se distinguen entre sí por el mensaje, que no por la fuerza-represión que aplican, ni el totalitarismo que ejercen desde sus respectivas parcelas, unos en nombre de una democracia que no alcanza a todos y otros por una tal revolución que conlleva a la multiplicación de todas las formas de miseria y corrupción.
PROPUESTAS PARA EL PORVENIREn ese restringido espacio estamos ubicados. Y por ello pensamos que sólo la conciencia de nuestro acontecer y la visión crítica y profunda de esa historia enteca y amañada, que tanto acusó Enrique Bernardo Núñez de ser responsable de ocultar la realidad, podrá otorgarle al hombre de este tiempo capacidad, visión y perspectiva, para desligarse del pasado y avanzar hacia un estado superior de la sociedad.
Por ello, esta exposición de hoy aspira contribuir a un debate que se proponga considerar la situación de enfrentamiento-confrontación que caracteriza un cuadro político en el cual el autoritarismo-totalitarismo ocupa un lugar preponderante.
La tarea de presente y porvenir obliga a un deslinde con quienes pretenden seguir atados a los viejos caudillismos y a las viejas políticas. Estamos obligados a responderle a estos tiempos y a los que vendrán. ¿Mostraremos capacidad para avanzar hacia nuevos estadios de esta historia o seguiremos sustentando y avalando el totalitarismo que sella la muerte de la libertad, la creación, la justicia y la organización del futuro?
A 186 años de Carabobo, es ya tiempo de deslastrarnos de los poderes impuestos que nutren la triste y vieja unidad de los invasores, y abrir caminos para una perspectiva colectiva, con un liderazgo horizontal, con una propuesta de país capaz de hacer valer nuestra capacidad productiva, nuestra condición creadora, nuestros más altos valores humanos, en la tarea de edificar un territorio para la vida que no para la muerte.
EL DESPERTAR ESTUDIANTIL
Y es en este marco de búsquedas y en medio del cuadro de confusión, temores, recelos y pasividad que vemos surgir la protesta estudiantil ante el cierre de RCTV. Una década después los estudiantes dan señales de vida. Su respuesta le hace saber al mundo que se enfrentan al atropello, a las actuaciones autoritarias-totalitarias de este régimen.
No se trata de un golpe suave, aunque pueda haber quien intente aprovechar esa movilización con esos fines. Tampoco de una acción orquestada por unos partidos políticos sin liderazgo. Ni de un plan dirigido por ‘el imperio’ para acabar con el régimen, aunque puedan desearlo o quieran aprovecharse de las circunstancias de un malestar que ha sorprendido a todos los actores de este momento.
Estamos ante una respuesta espontánea de quienes no se limitan a la protesta por un canal. Su acción está dirigida a la defensa de la libertad de expresión. Porque de allí deriva también la libertad de elegir la educación, la visión de país y la proyección histórica que aspiramos para esta maltrecha Venezuela. Un despertar frente a lo que ocurre. Un signo de conciencia que advierte y reclama.
Unas fuerzas estudiantiles inconformes y espontáneas, herederas de las que surgen en tiempos de Guzmán Blanco o Crespo, Gómez o Pérez Jiménez, Rómulo Betancourt o Caldera I, alimentadas por el malestar-descontento con una política que se produce a espaldas de ellos, y que ya ha puesto a andar sus tentáculos para proceder, primero a reprimir, para luego, manipular y absorber con el propósito de quebrarlas e impedir que puedan llegar a ningún tipo de organización ni de políticas capaces de proyectarse hacia otros tiempos y circunstancias.
HACIA UNA INSURGENCIA DESARMADAUn gesto que nace en el corazón de una juventud que no aprovechó de la mejor manera su pasado, que ve corromperse su presente y que siente que se le arrebata su futuro. Jóvenes que de pronto comprenden que están llamados a cumplir una función creadora, una contribución para la emancipación, pero no con las armas que siempre reivindican la servidumbre y la violencia más irracionales, sino con las ideas, la imaginación, la ciencia y el arte nuevos, como clamaba Pío Tamayo, para contribuir a forjar una sociedad que deje atrás sus enfermedades y penurias, para convertirse en un territorio de libertades, belleza, justicia e igualdad.
Y en este sentido, hay que tener en cuenta que sólo la decisión de un colectivo consciente, organizado, deslindado de las fuerzas del pasado, podrá hacer de este movimiento, un reclamo pacífico, una insurgencia desarmada, una rebelión de ideas, pensamientos y acciones creadoras y participativas.
¿ASUMIREMOS LAS TRISTES CONSECUENCIAS DEL
TOTALITARISMO?La historia del mundo ha trazado con gran claridad el contenido, los alcances y consecuencias de los totalitarismos de una u otra dirección. También ha determinado que no son eternos y que se desploman, se deshacen. Sólo que dejan tras de sí una estela de muerte, de vacíos, desesperanzas, destrucción. ¿Es eso lo que aspiramos para este ex-país? ¿O nos reivindicamos como seres humanos con capacidad para discernir, debatir, participar y construir una sociedad capaz de ponerle límites a las desigualdades, fronteras a la explotación, término a las masacres?
Y en esta tarea tiene un papel determinante una juventud obligada a comprender acertadamente su papel y responsabilidad en la conducción de lo que nos queda de país. Y en esta dirección estaría obligada a considerar las palabras de Juan de Mairena: ...“Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria. Esta política, vista desde el barullo juvenil, puede parecer demasiado revolucionaria, en el fondo, perfectamente conservadora. Hasta las madres -¿hay algo más conservador que una madre?- pudieran aconsejarla con estas o parecidas palabras: ‘Toma el volante niño, porque estoy viendo que tu papá nos va a estrellar a todos –de una vez- en la cuneta del camino.’
[8]Hasta el presente estamos ante una verdad: cada generación, para decirlo con el lenguaje de Pío Tamayo, no ha dado a la que le sucede más de lo que recibió. La descomposición nos sitúa al borde de todos los precipicios. Por ello la juventud venezolana debe entender que le llegó el momento de asumir el volante y sacar a Venezuela de la cuneta en la que fue metida por la acción de nosotros los mayores.
Y conste, esto requiere capacidad de desprendimiento. Seguridad y humildad. La vieja y gastada política tiene que hacer conciencia del tiempo que se le fue y de su lejanía con el tiempo que vivimos y el que estamos obligados a ayudar a construir bajo la conducción de las nuevas generaciones.
Lo importante ahora no es la cantidad de errores cometidos sino la capacidad para levantar vuelo en medio de un gran pedido a los jóvenes para que, conjuntamente con el colectivo, pasen a diseñar el porvenir que sea capaz de darle esplendor a todos los empeñados en construir la Venezuela que tendrá que ser.
Un porvenir que se sitúe ante el presente para exigir ¡nunca más tu violencia! ¡Tu invitación a una guerra civil! ¡Nunca más tus elecciones fraudulentas, tus trampas de Santa Inés! ¡Nunca más tu segregación, tu convocatoria a la rabia y al crimen! ¡Nunca más tu juego a la miseria, las dádivas y tarifas para comprar conciencias y distribuir miserias! ¡Nunca más el odio, la discriminación, la retaliación y la complicidad!
Aspiramos que se levante el movimiento colectivo de mayor fuerza y proyección de la historia de este expaís. Organicemos las fuerzas del porvenir y desplacemos definitivamente el pasado, el atraso, la destrucción.
Y en esta tarea debemos marchar unidos los jóvenes,y quienes lo siguen siendo más allá del dato cronológico, para una unidad que ya no sea la de los vencedores de siempre, sino de las fuerzas inéditas que están sembradas en el interior de nosotros mismos, aguardando su tiempo de hacer historia, de abrir caminos, de restaurar nuestra preterida condición de humanos, hasta alcanzar el vuelo de la creación, la inventiva, la imaginación y el pensamiento-acción que levanta sin golpear, que labora sin mendigar, que se yergue sobre los obstáculos y no se da por vencida, que invita sin fraccionar, que debate sin manipular, que refrena pero no atropella, que exige sin apropiarse, que funda sin sepultar.
NO HAY OTRO TIEMPO QUE ÉSTENo hay otro tiempo que éste. Y somos, querámoslo o no, responsables de lo que aquí ha ocurrido y de lo que habrá de ocurrir. Del presente y el porvenir de este ex-país. Sabemos que las propuestas de un socialismo siglo XXI no son más que las coberturas populistas para la acumulación de poderes para el control totalitario de la sociedad.
Sabemos también que hay poderes desplazados, con igual contenido totalitario, que pugnan por retornar a sus posiciones de privilegios. Y que ambos, para sustentarse, requieren una sociedad dócil, descompuesta, perversa y pervertida, sumisa, doblegada, reprimida y destruida.
Y en ese marco, la posibilidad entonces de reivindicar los derechos de las mayorías saqueadas se hace cada vez más lejana y remota. En una sociedad corroída en lo ético-moral, se pierde toda conciencia sobre las verdaderas causas de los males que la afligen. Se resiste, sobrevive, sin otro horizonte que la negación de todo poder creador.
Hacia esa cuneta quieren conducirnos. ¿Lo habremos de permitir? ¿O reivindicaremos nuestro derecho y nuestro deber de rescatar el presente y organizar el futuro?
LA DECISION PASA POR SUPERAR LOS DOS BLOQUES
DE DESTRUCCIONComo señala Juan Ramón Jiménez, no creemos en “una Humanidad conjunta más o menos igualada con estas o las otras facilidades, sino en una difícil comunidad de hombres completos individuales.” Y a esa tarea podemos contribuir o podemos quedarnos pasivos, inermes y cómplices ante la arremetida totalitaria, la injusticia y la masacre, la opresión y la miseria crecientes. Es nuestra la decisión, aquí y ahora.
Una decisión que pasa, en consecuencia, por superar los dos bloques causantes de este cuadro de destrucción: gobierno y ‘oposiciones’.
Invitamos a forjar una política con destino y esperanzas. Con capacidad de creación y perspectiva colectiva. Sólo y de este modo se podrá construir una salida que no tenga que ver con los monstruos de la falsificación electoral o la violencia destructora.
La situación es muy difícil. Esta crisis no tiene salida electoral. Todo está dispuesto para el triunfo permanente del ‘socialismo totalitario’. Para la hegemonía del capitalismo socialista de Estado. Para el desafío a un colectivo al que se le reta a cuadrarse con la llamada patria socialista o asumir la posibilidad de la muerte.
Ante este asedio no puede menos que pensarse en la dureza de los días que nos aguardan. Los llamados revolucionarios se adhieren cada vez más a un proyecto de destrucción que consideran como la salvación para Venezuela.
Y tratar de arrebatarles por la fuerza sus poderes implicaría despertar la furia de un monstruo listo y preparado para matar en defensa de ‘su proceso’. A esta hora cuenta con una estructura de círculos, brigadas, reservas, milicias, frentes, consejos comunales, listos en las armas, el fanatismo y la tarifa para cumplir con el cometido de lograr aplastar toda disidencia en procura del establecimiento de un ‘reino perpetuo’ para el jefe único.
UNA SALIDA VIOLENTA CONDUCE A FORTALECER
LA VIOLENCIA TOTALITARIA¿Pero dónde nos conduce hoy y aquí la violencia? Hacerle frente ahora con las mismas armas significa crearle las condiciones para un mayor fortalecimiento. Ignorar el proceso de destrucción llamado‘revolucionario’ equivale a una situación similar.
La única salida viable está ligada a la acción-fuerza del colectivo consciente y decidido a hacer historia.
Aquí estarían obligados a participar todas las voluntades civiles y militares que de verdad se inscriben en las tareas colectivas que se adelantan con las armas de la paz.
REIVINDICAR LA RECONCILIACIÓN
Inevitable reivindicar el pedido de reconciliación de los estudiantes, flor en manos blancas, aún a sabiendas de que el totalitarismo sólo apunta y hace los blancos de la sangre y el dolor.
Pero por esa vía no quedará, no podrá quedar duda de quienes promueven e impulsan la violencia.
De quienes están empeñados en abrirle las compuertas a una guerra civil que les serviría para llevar a la cuneta enrojecida a la disidencia de un tiempo, con la justificación de que se convirtieron en enemigos del proceso que se presenta hoy como salvador, no del colectivo, sino del gran capital bancario-financiero y trasnacional que hoy goza de la mejor salud y perspectivas.
Como salvador de traficantes, de los boliburguerianos o nuevos privilegiados del poder y de la más grande corrupción de esta terrible historia.
Por esto a los 186 años de la batalla de Carabobo y día del Ejército, de las FAN, no puede menos que registrarse la angustia por unos tiempos-circunstancias que se acercan, al parecer, cargados de más pasado.
CRECE LA INDIFERENCIA Y DESILUSIÓNHoy no habrá parada militar en el Campo de Carabobo. El GP no puede andar por campos abiertos. Ya no se da los antiguos baños de pueblo. Y su angustia aumentó cuando unos muchachos de manera espontánea levantan el grito y acción para demostrar que no es verdad que ‘su proceso’ es el dueño único de la calle y su gente.
Hace pocas horas en la reinauguración del viaducto Caracas-La Guaira no aguantó el reclamo popular que ya es un expediente.
En Carabobo ocurriría lo mismo. El caudillo ya no tiene cara a cara. Gobierna por la pantalla en cadena nacional. La gente lo mira con naciente indiferencia. Crece la desilusión. Y hasta el desprecio donde antes hubo compenetración, fanatismo y endiosamiento.
El colectivo de entonces ya no es el mismo y parece mirar hacia objetivos superiores que aún no alcanza a precisar.
¿Pero cómo organizar ese colectivo para cumplir una tarea de tan altos objetivos? El reto es para todos los empeñados en la construcción de un país llamado Venezuela, desde el ex-país con bandera invertida a que estamos hoy reducidos.
NO ES HORA DE CAER EN TRAMPAS
SINO DE AVANZAR EN LA HISTORIA COLECTIVA
Aquí tiene cabida todo aquel que tenga hoy la disposición a actuar mirando no hacia la historia que fue, sino en forma crítica y autocrítica hacia la otra e irrenunciable historia que se vuelve futuro, compromiso y libertad.
No es hora de caer en más y mayores trampas. La tal reforma constitucional ya está decidida por el totalitarismo como una vestimenta para mantener su legalidad.
Los esfuerzos de un movimiento de y para la democracia no puede darle beligerancia y legitimación a la monstruosidad, en momentos en que la voz estudiantil ha dejado claro en el mundo que aquí sólo se puede hablar de democracia como cobertura interesada del autoritarismo-totalitarismo.
Por todas estas razones, se hace indispensable pensar en la enorme responsabilidad de la comunidad de hombres completos individuales y de las mujeres completas individuales y conscientes para asumir en sus manos, en tus manos y en las manos del colectivo, la historia necesaria e impostergable a la que estamos obligados.
Sólo así podremos decir que cumplimos con el deseo y angustia de libertad que estaba ya en el corazón del colectivo llevado a Carabobo y a tantos otros espacios, a participar en una contienda que hoy descubrimos con toda certidumbre que no le pertenecía.
Y QUE NO NOS FALTE LA AYUDA-BENDICION DE SAN JUAN Y SUS TAMBORES
Porque las batallas del colectivo, en plan de verdadero agente de la historia, aún están por realizar. Y que no nos falte la ayuda-bendición de San Juan y sus tambores de coraje, profundidad, emoción y creación.
Porque hoy no se trata de repetir la trampa unitaria de una independencia que sólo sirvió a sus héroes, caudillos y libertadores ni de adentrarnos a la que corresponde a la falsificación socialista del siglo XXI.
Importa, y esto es impostergable, ir a la batalla de un colectivo dispuesto a lograr la independencia que lo convierta en poder, no para someter, sino para salir de las rojas cunetas del fracaso y la destrucción que han sellado la historia de este expais y lograr que la vida prenda en todos los caminos que conduzcan al propio imperio de los sueños de alegría y porvenir.
Muchas gracias.
24 de junio del 2007
[1] “Lo he dicho y repetido y he de afirmarlo muchas veces más: nuestro mal proviene de no haber tomado en cuenta al pueblo como primer elemento de acción social.”... Ibídem, p. 16.
[2] … “Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad, está sancionado por la pluralidad de los sabios; como también lo está que no todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos; pues todos deben practicar la virtud y no todos lo practican; todos deben ser valerosos y todos no lo son; todos deben poseer talentos y todos no los poseen.
De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad más liberalmente establecida. Si el principio de la igualdad política es generalmente reconocido, no lo es menos el de la desigualdad física y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerzas y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia, propiamente llamada política y social.” Simón Bolívar, Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819.
[3] ABM, Modelos de violencia en Venezuela. Caracas, Desorden, 1974. y Clases sociales y violencia en Venezuela. Caracas, CPT-CEHA-UCV, 1978.
[4] Desde la CPT y el CEHA, desde los diarios y escritos, los foros y seminarios, hicimos el seguimiento y formulamos la denuncia de lo que denominamos entonces la Masacre Venezuela. Nos referimos siempre a ese tiempo, como un fenómeno que aún hoy no ha sido evaluado en su magnitud y proyección. Fuimos el primer grupo en subir a la fosa común de ‘La Peste’. Allí hicimos un acto en homenaje a los masacrados. En el Aula Magna organizamos el acto ¡Nunca más tu crimen! Produjimos el Primer Manifiesto de los Masacrados. Y alertamos, una y otra vez, sobre el contenido y perspectivas de una acción que aún no es pasado y que se encuentra en pleno proceso de desarrollo. Y sin embargo, a casi veinte años, todavía ni se ha comprendido su magnitud y dimensión, en cuanto a la historia presente y por venir, ni se ha detenido la masacre permanente que recae sobre este expaís.
[5] El tema lo hemos discutido ampliamente en diversos materiales y lo hemos recogido, en particular, en la introducción a los tomos: Habla Jesús Urdaneta: el comandante irreductible (2003) Habla Herma Marksman: Hugo Chávez me utilizó (2004).
[6] Esto lo discutimos directamente con el Comandante Hugo Chávez Frías, a la hora de hacer la serie de entrevistas que culminaron en el libro: Habla el comandante Hugo Chávez Frías, editado en 1998.
[7] ABM, Habla el comandante HCF, p. 82.
[8] Antonio Machado, “Juan de Mairena”, Obras completas, Madrid, Editorial Plenitud, 1952, p. 1047..