Tal y como se plantean las cosas no es aventurado pensar que estamos ante una de las tantas trampas a que esta acostumbrado este régimen, que ya ha hecho de la rotación de escándalos una norma permanente. Ahora nuestro “debate político” por un buen tiempo estará circunscrito a la torta-118. Y junto a ella se armaran otras de igual o mayor dimensión como la expuesta en el comunicado del CNE que pretende explicar lo sucedido con el libro del festín: ...“dada la gran cantidad de errores, omisiones, tergiversaciones y mentiras, el CNE manifiesta su disposición de recurrir a las instancias correspondientes a fin de indagar sobre el origen de tales fallas, en razón de determinar la intencionalidad que dio como resultado esta publicación.”
El libro esta lleno de falsedades cuya intención no esta claramente determinada. Por ello ...“el poder electoral le niega veracidad, seriedad y rigor histórico al material expuesto y se reserva las acciones a las que haya lugar.” Esto obliga a pensar que el presidente del CNE le encargo a una compañía que le escribiera la historia del 15A-04 de la cual el es actor principal y esta dejo a un lado la seriedad y el rigor. Y es por ello que el comunicado-torta señala: “Nos disculpamos sinceramente por haber presentado al país una muestra de tan lamentables paginas.” (UN, 20/08/05, p.15) ¿Y como no pensar que esas paginas recogen lo que es una historia que tiene como centro el fraude-trampa-perversión? ¿Que otra historia puede generarse en ese CNE?
Pero la lamentable torta todavía se extiende: ‘Redactores del libro asumen su barranco’. En efecto, en declaración publica, Redactores 158, la empresa que se encargo de la producción y redacción del libro (también conocida como Comunitron), señala: “Es desde luego, absoluta responsabilidad nuestra que en algún momento de la producción del libro se haya cometido tan lamentable error. Trabajamos en este momento para determinar si se trato de un saboteo (sic) de parte de alguien del equipo de corrección o diseño, o de un error involuntario.” (Ibid., p.14). No hay correspondencia entre las lamentables páginas y el error en que dice haber incurrido la empresa.
Pero lo que parece estar completamente establecido es la existencia de un CNE que hace con esta ciudadanía lo que le da y como le da la gana. Según Sobella Mejías, el presidente del CNE habría dicho que reconocía su error, que el no reviso, que se mando a recoger los libros y ya esta (UR, 19/08/05). Según el basta con apelar al viejo borrón y ‘ya esta’.
Para nada se hace un examen del contenido de la grafica-torta de la página 118 donde aparecen los resultados del Referendo Revocatorio Presidencial: 59,25% para el ‘Si’ y 40,75% para el ‘No’. Según Alfonso Marquina el error consistió simplemente en que Rodríguez mando a la imprenta los resultados verdaderos y no los alterados que le quitan el triunfo al pueblo venezolano (Idem).
Cualquiera sea la intención-programa de este libro, lo cierto es que viene a estrujarle en la cara a los políticos venezolanos, no solo que aqui hubo un fraude sino que el mismo contó y cuenta con el apoyo-visto bueno de una gran parte de las organizaciones políticas que, o llegaron al plano de la negociación o simplemente dejaron hacer para poner a prueba su ‘alta capacidad de pelea’ en defensa de los derechos de los venezolanos que seguían su guía-orientación.
Todavía están en la mente del colectivo de este expais las palabras del secretario general del partido de Marquina, vocero accidental de la CD debido a la imposibilidad de Enrique Mendoza para dirigirse a la audiencia, la madrugada del 16A-04 pidiendo 24 horas para presentar las pruebas del fraude. Esto se le olvido a el y a la casi totalidad de las toldas políticas. Pero el CNE tiene ahora la sabia y oportuna actuación, mediante la cual se burla una vez mas de esa oposición, de encostrándole sus debilidades que en criollo pudiera traducirse por cobardía. Esto nos coloca en el plano que tantas veces hemos señalado: el oficialismo maneja este expaís como le da la gana y en la seguridad que no hay quien le enfrente.
La cuestión electoral es hoy aqui una instancia de alta violencia. Y si es el CNE es capaz de hacer fraude y luego recrearlo para burlarse del adversario, a quien de paso desafía porque sabe que carece de fuerza para toda empresa de enfrentamiento, es porque tiene la disposición mas que tomada de hacer con lo electoral todas las maniobras que requiera “la revolución” para mantener en alto su acción redentora.
Cada día esta mas claro que este expaís esta muy lejos de una salida electoral. ¿Quien dijo entonces que el colectivo debe prepararse para las próximas elecciones de la maquinaria del fraude que dirige tan acertadamente el CNE? A la cómica de la torta-fraude le quedan aun muchos capítulos.