¿Pero es qué se puede decir algo más sobre el asesinato de Danilo Anderson? Estamos ante un crimen que registra uno de los centimetrajes más elevados de la historia de este ex-país. El efecto saturación se siente. A eso nos han acostumbrado. La manipulación nos ‘informa’ y nos lleva a responder o protestar, pero también nos puede conducir al silencio y la pasividad. Hoy aquí se juega al olvido de la muerte del ‘fiscal ambiental’. Y esto ocurre en el propio contexto en el cual se produce el atentado que lo liquidó y que nos coloca en el centro de una descomposición que nada puede atenuar y que amenaza con hacer de Venezuela un espacio-sociedad tomado por la corrupción, el crimen y la impunidad.
LAS PIEDRAS DEL ESPECTÁCULO
A la hora del asesinato el orden vigente montó un deprimente y vulgar espectáculo. Todos los poderes y poderosos hicieron ofertas de vigilar el curso de las investigaciones para llegar al fondo del asunto y decirle a los venezolanos y al mundo entero la verdad sobre este suceso. El presidente o el vicepresidente ofrecieron no descansar y el fiscal, en medio del llanto, hizo inolvidable sus palabras sobre la disposición a remover hasta las piedras donde pudieran estar ocultos los asesinos. A esta hora está establecido que todo se limitó a la exposición de un discurso.
¿ORDEN A LA EXTORSIÓN?
En ese universo se sabía perfectamente lo ocurrido y se adelanta un comportamiento preestablecido: la identificación con ‘el fallecido’ y su obra, que pudiera librar de toda sospecha a la parte oficialista. Este era un asesinato del terrorismo. Por esta vía se llega a una temeraria decisión: otorgarle a DA la ‘Orden Simón Bolívar’ en su primera clase postmortem. Ya para esta hora se señala que un abogado y amigo de Anderson habría sacado una suma millonaria de su apartamento y que se imponía investigar todo lo referente a las actividades en que habría estado implicado el fiscal asesinado. Pero todo se limitó a establecer su relación con los banqueros firmantes del acta Carmona, que serían imputados por el funcionario. Sale a relucir entonces la presunta extorsión y los banqueros se comienzan a ver como los presuntos autores intelectuales del ‘fiscalicidio’. ¿Pero qué se ha actuado a la fecha?
LOS CABOS SUELTOS DE UN CRIMEN
En reciente entrevista de Tamoa Calzadilla a Migdalia Marisela Caraballo Anderson (UN, 15/05/05, pp.44-45), hermana de Danilo, se plantea lo relativo a los cabos sueltos del caso. Y la respuesta sintetiza cuestiones centrales: “Para mi hay varios: uno de ellos es por qué ese señor Sócrates Tiniacos entra al apartamento de mi hermano sin orden judicial. Seguramente se perdieron evidencias. ¿Por qué la policía asesina a Antonio López Castillo si era un testigo clave? ¿Cuántas veces han entrevistado a los banqueros? ¿Por qué había un operativo de la Disip esa noche en la ruta que llevaba Balta? Y sobre la presunta extorsión señala: “Bueno, que lo investiguen, que demuestren, yo lo que quiero es saber quién o quiénes lo mataron, no me importa más nada.” Y agrega: ...“Mira, si era ladrón, extorsionador, lo que fuera, no había derecho a hacerle eso. Si comprobaban que eso era así -que aún no lo han comprobado- lo hubiéramos ido a visitar a La Planta (la cárcel), pero ¿por qué le hicieron eso?” La pregunta de la periodista, ante tanto enredo, en línea y entrelíneas, es la que dicta la lógica más elemental, sin dejar de ser exigente y retadora: Y por fin, ¿Quién mató a Danilo Anderson?
Y si fue mandado a matar ¿cuál fue la razón y quién tomó esa decisión? Señor Fiscal General de la República ¿ya removió las piedras? ¿Qué había debajo de ellas? ¿Quiénes estaban debajo de las mismas? Si usted lo sabe, ¿por qué no lo ha informado a la opinión pública? ¿Es qué tendremos que pensar y convencernos que este asesinato será tapado por las piedras de esta destrucción que este régimen llama pomposamente revolución?
EL PÉSAME DE LOS ASESINOS
A esta hora el caso Anderson sigue a nivel de la Orden de El Libertador y las imágenes para convertirlo en un ‘nuevo salvador’ o en un mito-símbolo-héroe que tanta falta le hace a la destrucción que se acomete. Migdalia ...“se pasea por las gigantescas imágenes de su hermano que adornan La Vega y el 23 de Enero y se pregunta: ‘Qué hacen los dirigentes políticos y autoridades cuando las ven? ¿Será que esquivan sus miradas? ¿Será que si lo pueden mirar a los ojos? Porque yo estoy segura de que muchos de los que fueron a darnos el pésame y a ver la urna fue para asegurarse de que estuviera bien muerto’.” La acusación es directa y terminante: quienes lo mataron vinieron a dar el pésame y a condolerse por ‘semejante crimen’.
LA RUTA DE ‘BALTA’ Y LA DISIP
Y adquieren mucho espacio las preguntas-cabos sueltos: ¿Qué se ha investigado a la fecha sobre el presunto asalto al apartamento de Danilo apenas producido el atentado? ¿Cuál es el estado de las investigaciones sobre las muertes (¿asesinatos?) de Antonio López Castillo y Juan Carlos Sánchez? ¿A cuántos banqueros se ha investigado respecto a posible autoría intelectual? ¿Y qué se ha establecido sobre el presunto operativo que realizaba la Disip ‘en la ruta que llevaba Balta’?
PUNTO DE CONTROL ¿SOBRE QUIÉN?
Sobre este presunto operativo es importante el testimonio de los testigos de la explosión que hasta el presente, que sepamos, no han sido llamados a declarar. A este respecto es de interés el trabajo de Javier Ignacio Mayorca (EN, 02/12/04, B/24): “En el momento del estallido, aproximadamente a las 9:40 pm del jueves 18 de noviembre, tres locales estaban abiertos en la misma cuadra por la que transitaba el funcionario en su camioneta Toyota Autana: el Bar y Restaurante Las Ciencias y la pizzería Roccolano. El primer local generalmente se cierra a la medianoche, mientras el otro lo hace a las 10 pm. Una lunchería y venta de parrilla, ubicada en la esquina de la Avenida Las Ciencias y la Calle Bellas Artes, generalmente baja su Santamaría a las 9 pm.
El encargado de este último local, Miguel López, observó que a las 8:30 pm aproximadamente siete efectivos de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) estacionaron sus patrullas en la avenida para instalar lo que aparentemente era un ‘punto de control’. López, no veía mucho empeño en los funcionarios de negro. A veces, indicó, veían hacia la parte interna de los carros que pasaban. Pero no detuvieron a nadie. El Ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, ha explicado que esa actividad formaba parte del plan piloto de seguridad en Caracas, y que la policía política tenía asignado el control de los sectores Los Chaguaramos, Santa Mónica y San Pedro. López, sin embargo, señaló que la Disip nunca estuvo antes allí y que luego de esa noche no ha vuelto.”
OTRO TESTIMONIO ACUSADOR
Este testimonio pudiera ser crucial en esta investigación. Pero, insistimos, ¿por qué se ha silenciado éste y otros testigos? Belkys Márquez, que trabaja en la cocina de la Pizzería Roccolano, situada en la Avenida Las Ciencias, a unos 50 metros del lugar donde estalló la bomba que mató a Danilo, salió a la calle a ver qué sucedía: ‘estaba el carro en llamas y estaba el Disip allí, estaban los chamos que iban en el carro atrás, uno de ellos cortado’. Márquez señala además ‘que la patrulla amarilla Toyota, estacionada en la esquina, frente a la Pizzería, no participaba en ninguna operación de seguridad: ‘cuando salimos, vi a los dos tipos que se bajaron con sus ametralladoras (…) Fui a preguntarle el número de los bomberos y me regañó. Me dijo que ya ellos habían llamado. Señaló además ‘que pocos metros detrás de la camioneta de Anderson, circulaba un vehículo compacto de cuatro puertas y de color blanco. El copiloto resultó con cortaduras en la frente pues iba con la ventana abierta.’ Y concluye: ‘él se quedó sorprendido porque el carro le explotó en la cara. El piloto me dijo casi lo mismo’. La inscripción de la Disip en el escenario está afirmada por estos testimonios. Se niega incluso la explicación del MIJ Chacón.
EL INFORME CUELLAR
El 05/02/05 aparece la información en El Nacional: “Fiscalía investiga a comisario Cuellar por caso Anderson” La información la produce la Fiscalía mediante un boletín de prensa: ...“ Cuellar se reunió con Rodríguez el 19 de enero –sin autorización de sus superiores- para enseñarle un informe en el que se establecía una nueva hipótesis del asesinato de Anderson referente a la supuesta participación de funcionarios de la Disip y de dos personas de nacionalidad colombiana en el atentado.” Esta es la respuesta al informe que entregó el comisario al fiscal bajo el título ‘Enfoque Práctico de la Participación de los Involucrados en el caso Anderson’.
Y Cuellar acusado además de filtrar información, expresa que ‘su separación de la investigación ha tenido como objeto esconder la verdad sobre el caso Anderson’. Una verdad que para él tiene que ver con la participación de funcionarios de la Disip en el atentado-asesinato. Pero luego de la suspensión, afirma Tamoa Calzadilla “El comisario Cuellar, pese a las acusaciones que le hiciera Isaías Rodríguez (incluso de trabajar para la CIA), nunca ha querido decir esta boca es mía.” Porque el silencio se adueña de muchos de los que en un inicio hicieron acusaciones.
LA TRAGEDIA EN VIDEOS
La misma autora señala: ...“ El consejal Carlos Herrera, uno de los más conspicuos voceros del caso, también hizo mutis. Se pudo conocer de un chantaje que le hicieran desde la Fiscalía por un video sexual en el que aparece el concejal con una representante del ministerio público.” La suma de corrupción, asesinatos y silencio llena este trágico cuadro. Pero ya no se difunde como hace unos meses la Canción para Danilo. En su letra se lee: “El terrorismo inclemente/ en formas innoble y cobarde/ de la infamia haciendo alarde/ tronchó su don prominente” (EN, 15/05/05). ¿Dónde está, quién promueve el terrorismo? ¿Habrá que acusar a la CIA? ¿Por qué no se investiga en qué labores andaba Danilo en sus últimos días? ¿Tuvo relación directa, por alguna circunstancia, con los cuerpos de seguridad del Estado y con el propio G2 cubano?
El estado de sobre-descomposición que padece este ex-país no tiene precedentes. Nada extraño tiene que quien se presenta como el más honesto, mañana aparezca como la primera figura del más asqueroso video en un tiempo de destrucción que se pretende tapar con otro video: la revolución bolivariana y bonita. ¿Tiene el caso Anderson algo de bonito, honesto y sublime? ¿Nos quedaremos contemplando las imágenes del héroe nacidas en un taller que aprovechó para sacarle otro poco de millones a la destrucción que anda a paso de saqueadores? bm333@gmail.com
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