Son tres los escenarios-posibilidades que plantea el actual cuadro electoral: aprobación, impedimento o rechazo y abstención. El primero alude al triunfo de ‘los oficialismos’ y es algo que nadie duda. En general se tiene la convicción de que más allá de participación de adversarios y número de votantes ya está establecida una maquinaria-CNE que garantiza el triunfo gubernamental.
Es materialmente imposible que ocurra algo diferente debido a la creciente debilidad de ‘las oposiciones’. Aquí se estableció el denominado Poder Popular, y los ministerios pasaron a denominarse ‘para el poder popular’, sin fundamento constitucional, y nadie protestó. El cuestionamiento sólo surge ahora cuando se plantea la proposición de Reforma Constitucional para ratificar lo ya actuado.
Pero esto no puede ser logrado por quienes se mueven entre la incoherencia y la improvisación. Por ello, todos los cálculos apuntan hacia otro triunfo de ‘los oficialismos’ que, por encima de toda refriega-implosión, entienden que deben profundizar en su socialismo para la mayor destrucción de este ex país y en beneficio de la nueva clase boliburgueriana.
El escenario del rechazo, en consecuencia, está dirigido a impedir por todos los medios, a que se consolide lo que ya está vigente. En esta posición se registran dos variantes.
Hay quienes proponen boicotear la reforma por medio de la ‘insurrección civil’, pero no dicen en qué se fundamentan ni cómo se instrumentaría ese mecanismo. Aquí no parece haber fuerzas opositoras con capacidad de convocatoria para imponer un nuevo cuadro político.
La otra vertiente de este escenario tiene que ver con quienes aún piensan en la salida electoral. Para ellos es hoy indispensable mantener las condiciones de limpieza y transparencia para el ejercicio del voto que se observan el 03D-06.
Y por estar convencidos del logro de este objetivo, se inclinan hacia la participación en el Referendo: ‘la única arma de lucha que tenemos en nuestras manos’.
De allí que AD, UNT, PJ, COPEI, MAS, Bandera Roja, la Causa R, Alianza Bravo Pueblo hayan decido la creación de un ‘bloque’ para salir a la calle a convencer a la gente de que no debe aprobar la reforma constitucional. No es un llamado a no votar porque esto chocaría con la posición de la resistencia representada por ABP.
Queda claro entonces que, en todo caso, se trata simplemente de mantener con vida un falso bloque democrático de oposición donde ya está establecido un creciente autori-totalitarismo. Por ello es obvio, que ni en los ‘oficialismos ni en las oposiciones’ existe una real intención de apego a la institucionalidad democrática.
En principio se podría pensar que hay una real oposición entre el plano de la afirmación y del rechazo. Sin embargo, lo real-verdad es que las fuerzas que hoy se presentan como triunfadoras son la continuación de las que han sido portadoras del mismo fracaso histórico.
Es el seguimiento del mismo pasado, la misma derrota. Porque este movimiento revolucionario bolivariano, zamorano, robinsoniano, marxista, leninista, maoísta, troskista, castrista, es un capítulo, por otras vías, del mismo credo y prácticas adeco-copeyanas.
Lo que existe es el acuerdo-negociación para alimentar y mantener una ficción de democracia que favorece a las cúpulas que son capaces de aprovechar a su favor y, mediante el engaño, el sueño-esperanza de un colectivo que, una vez se le hizo creer en la dictadura del ‘gendarme necesario’, otra en la democracia del mismo héroe-caudillo y hoy en la ‘revolución’, que produce una síntesis de ‘todo lo sufrido’ y, sin embargo, se le da carácter de innovación.
Por esto consideramos que el fracaso de ‘oposiciones’ y ‘oficialismo’ está ya establecido y escrito. Es una misma fuerza en dos momentos-circunstancias. Allí están los favorecidos por el poder ayer y hoy.
Aquí permanece la forma-contenido positivista de hacer política: todo el empeño hay que ponerlo en la preparación de líderes, con contenido y proyección de caudillos, capaces de ejercer el control-dominio de la sociedad. Y en todas las actuaciones debe prevalecer el mismo esquema. El colectivo sólo debe contar para que cumpla con las tareas que se le asignan, como votar por unas políticas e intereses que no le pertenecen.
El tercer escenario se conforma a partir de la aparición de un nuevo sentir, una conciencia que ha comenzado a surgir ante la evidencia cada vez más profunda de que aquí se ha mantenido el dominio y privilegio de las cúpulas. Ayer hubo unas que se pudrieron y hoy están en acción otras que van por el mismo camino.
Son los mismos usufructuarios de la política.
Por eso aquí se plantea hoy una apreciable discrepancia a nivel del colectivo que, en buena parte, considera llegado el momento de no seguir alimentando con su voto las ambiciones y perversiones de los politiqueros.
Ya esa gente se expresó de ese modo el 04D-05 y al día siguiente los partidos de todos los signos y algunas otras partes interesadas como Súmate, procedieron a cambiar y a confundir lo que había sido un claro mensaje de los utilizados de siempre.
Hoy la gente que está decidida a no votar como un rechazo a la política del engaño que se emplea de lado y lado, tiene ya dos inclinaciones. La primera consiste en no votar y quedarse tranquilo a ver que pasa sin su participación por aquello del miedo-temor-angustia que ha tomado tanto espacio.
La segunda apunta a no votar y dar el paso hacia la organización de ese colectivo, con miras a darle sentido y proyección a esa fuerza hasta ahora pasiva y convertirla en empeño-energía-creación con disposición de convertirse en puntal para iniciar la enorme labor de construcción del porvenir.
De modo que a esta hora estamos ante tres escenarios. Pero comienzan a perfilarse dos actores en la medida en que el colectivo avanza y obliga al deslinde necesario e históricamente impostergable. Hay quienes aún no saben qué está pasando aquí, y permanecen en la lucha por restablecer las ‘cúpulas democráticas’.
Y por el otro lado, está quienes harán todas las guerras a que ‘haya lugar’ para mantener vigentes ‘las cúpulas bolivarianas whisky-hummer’ a que aludió el GP el 30/09/07.
Pero tiene que estar claro que, por ninguna circunstancia, se mantendrá indefinidamente una república cuyo máximo logro es la destrucción.
Las fuerzas que hoy rechazan las cúpulas y se organizan miran hacia un futuro que ya ha comenzado a construirse. Por ello, señores y señoras del abstencionismo, esto es con usted! abm333@gmail.com
1 comentario:
Quisiera proponerle una corrección. No se trata de tres escenarios sino uno, muy simple y sin mayor complicación:
Abstención.
Cada quién lo hará por los motivos personales que tenga: sea por fastidio, por apatía, por consciencia (mi caso) o por bochinche (los más). Los que irán a votar serán los mismos "borregos" de chavez: los que tienen que conservar una beca, los que buscan obtener o conservar un trabajo público, los que siguen ciegamente enamorados de Chavez y los radicales en su laberinto.
Punto aparte, no hay ni siquiera que promover la abstención: este ya es, de facto, el panorama para el Referendum Aprobatorio. Y ahí es donde aparecen personajes como Petkoff llamando a votar, como el Rector Vicente Díaz proponiendo medidas "sancionatorias" para con el presidente (la hipocresía no tiene límites) o como "el bloque" llamando a combatir la reforma.
La reforma se cae sola sin hacer nada. Ahora, se le ayuda con la conscientización de la importancia de NO convalidar el acto refrendario con el voto. El gobierno necesita votantes y tiene problemas ahora porque nadie apuesta ni al gobierno ni a la oposición porque al fin, como sociedad, aprendimos que ambas son parte del mismo juego.
Por cierto, excelente artículo. A ver si paso más a menudo por acá.
Saludos,
AR
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