Difícil entonces salir de este terrible laberinto sin el apoyo de una nueva política, que sea la síntesis de una nueva concepción de la sociedad venezolana. Indispensable poner a un lado la repetición de los viejos conceptos que emanan de la interpretación liberal-positivista del siglo XIX y dar el salto a la creación de nuevas ideas.
IR MÁS ALLÁ DEL BINOMIO CAPITALISMO-
SOCIALISMO
Y no se trata de poner a un lado las corrientes de pensamiento vigentes al momento de la construcción de las estructuras prevalecientes en esta sociedad, para dar paso a las que provienen del socialismo o comunismo. La cuestión no radica en alimentar la contraposición entre capitalismo y socialismo sino en establecer las grandes líneas que abonen el camino para la construcción de una realidad distinta a ambos.
No nos referimos tampoco a la conocida ‘tercera vía’. Consideramos simplemente que las teorías económicas, sociales y políticas mantienen vigente la doctrina de la desigualdad. Esto supone una inmediata toma de decisión: o se enfrentan a se sale en defensa de esa institución de las desigualdades.
Pero el enfrentamiento no puede ser como el que correspondió al marxismo-socialismo-comunismo, que terminó por construir una supuesta sociedad nueva sin romper en profundidad con el modo de producción capitalista. De allí la burocracia y la corrupción que impera en esos 'tiempos revolucionarios' que sólo alcanzan a reproducir los fracasos y las estaciones de la destrucción.
VAMOS A HACIA LA VENEZUELA DE LOS
ESCOMBROS
Hoy, en este expaís se adelanta lo que se nombra como un proceso revolucionario y socialista llamado a transformar a Venezuela. Frente a este discurso está una práctica que apunta cada vez con mayor empeño hacia la destrucción. Vamos así haciala Venezuela de los escombros, por más y que puedan levantarse monumentos de cemento que nunca serán capaces de tapar las inclemencias que caen sobre una sociedad puesta, y aunque no dispuesta, a padecer.
Y ante este panorama ¿cómo plantear una reconstrucción? ¿Reconstrucción o reorientación de las políticas económicas, sociales, políticas y militares vigentes hoy aquí? ¿Procede una reconstrucción sin que se haya cambiado a los responsables de la toma de decisiones? ¿Se admite acaso que la reconstrucción de esta realidad pasa por la eliminación de las actuales estructuras de mando-poder?
¿SE ADECÚAN LAS PROPUESTAS DE LAS ACADEMIAS
A LAS NECESIDADES-RECLAMOS DE ESTA HISTORIA?
¿Es posible reconstruir en la misma medida-tiempo-espacio- en que avanza una obra de destrucción o estamos hablando de propuestas para un futuro mediano o lejano? ¿Se adecuan, en fin, las propuestas de las academias a las necesidades-reclamos de la historia que se prefigura como inevitable a partir de los resultados del 26S-10?
PONENTE
PEDRO PALMA
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