El régimen lo ha señalado con mucha precisión: vamos hacia la hegemonía de la Venezuela de los revolucionarios que tiene como finalidad acabar con todo lo que representa el campo enemigo. Aquí se está con el jefe único del proceso y todo cuanto ha dispuesto, o se elige el camino de la contrarrevolución.
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
YA ESTÁ EN MARCHA
Y para alcanzar esta meta el régimen activó cinco ‘motores constituyentes’, que se afianzan en un tal poder originario que nadie sabe dónde está ni cómo es y del cual se deriva toda una práctica a la que se otorgará carácter constitucional. Aquí no está planteada entonces una reforma a la carta magna que permita adelantar acciones. Eso es algo que ya está en marcha.
El ex-país socialista del siglo XXI, con un partido único-unido bajo la dirección de un jefe único, con cinco motores constituyentes, con consejos comunales unidos a la reserva para adelantar una FAN popular y revolucionaria que deje atrás las fuerzas armadas formales, no está contemplado en la constitución de 1999. El mecanismo utilizado en este caso corresponde a la política de los hechos cumplidos que luego se les dará rango constitucional.
JUGAR OTRA VEZ A LA COPIA CUBANA
Y esta actuación deja en claro que aquí se juega a la copia-repetición del esquema cubano. Por esto el acercamiento que conduce a ubicar la ‘experiencia transformadora’ en el contexto filosófico, político, ideológico, militar y hasta humano de la ‘revolución cubana’. Esto queda más que evidenciado con la determinación del régimen de asumir y fusionar en una, las consignas que caracterizan la revolución marxista-leninista que se desarrolla en Cuba.
La simbología verbal inicial es esta: ‘Patria o Muerte ¡Venceremos! Corresponde al primer período de la revolución. La distinción es muy clara: frente a los patriotas están los enemigos de la patria o contrarrevolucionarios. Luego, al producirse la caída del muro del ‘socialismo real’, el jefe único de la revolución cubana lanza una nueva consigna: ¡Socialismo o muerte! ¡Venceremos! Esta es una manera de salir en defensa del socialismo, que supuestamente es la vida y atacar al capitalismo que es la muerte.
Por ello, desde fines de los 80 y comienzos de los 90 tiene vigencia la consigna que pone el acento en un socialismo a prueba de muerte que nadie sabe donde ha existido. Porque la URSS o China se devuelven del intento y hoy militan en el capital-socialismo de mercado. De modo que cuando el jefe único toma el segundo emblema y le agrega la palabra inicial del primero y llega a “Patria, socialismo o muerte: ¡Venceremos!” nadie sabe a que se refiere.
Porque, en principio el socialismo que se conoce, al igual que el capitalismo, está implicado en la muerte. Por ello a la vulgar copia de la consigna cubana se le hace un ‘agregado salvador’: socialismo del siglo XXI, que sólo aporta confusión. ¿Qué se plantea hoy y aquí? ¿Romper con todo lo que sea capitalismo? Eso no lo ha hecho ningún “socialismo”. La debilidad filosófico- ideológico-política es más que evidente.
EL NUEVO CÉSAR DE LAS REVOLUCIONES
Pero esta debilidad se ve aumentada cuando examinamos el PSUV. Estamos ante una institución que materializa la concepción que se tiene de una política que ha dejado atrás sus ‘tres raíces’ de Bolívar, Rodríguez y Zamora para cambiarlas por Jesús, Marx-Engels y Fidel Castro.
Este es entonces un proceso marxista-leninista cristiano (y en esto último se diferencia de Cuba) pero que mantiene lo más importante: su firme apego al totalitarismo versión camarada Stalin. De allí que estén activados todos los mecanismos para mantener en alto el culto a la personalidad y todo el ritual de fanatismo que acompaña la figura del jefe único y estratega de todos los combates.
En principio se podría pensar que estamos ante una organización fortalecida capaz de poner todos sus haberes en unas y exclusivas manos. Esto se adecua a la verdad desde la perspectiva positivista que hace del césar democrático, dictatorial o socialista una necesidad para que pueda ‘avanzar’ el curso de la historia. Y este es el mismo esquema que se vende a la hora de ‘las revoluciones’.
EL MISMO GASTADO ESQUEMA STALINISTA
El partido bolchevique es una mole en la cual la verticalidad lo ocupa todo. En la vértice está el máximo o jefe único que todo lo pone y dispone. Es lo que conocemos aquí a lo largo de 200 años de un supuesto republicanismo. Porque hoy, en plena “revolución” impera el mismo y gastado esquema.
Pero lo importante es observar que estos “revolucionarios” no han caído en cuenta de que el esquema partidista ha dejado de tener vigencia. El 27F-89 se produjo un estallido social que entre otras resultantes inscribe la relativa al agotamiento de las instituciones que se habían convertido en entidades del vacío. Desde entonces el colectivo no quiere saber de partidos, militancia ni de líneas políticas.
AQUÍ NO SE LLEGARÁ A UNA MILITANCIA ORGÁNICA
Por ello se observa en la actualidad una gran distancia de la gente en general con respecto a los partidos políticos. De allí que esté planteado el fracaso para quien transite por esta vía. El PSUV puede tener un registro de inscritos determinado en buena parte por el chantaje-temor-miedo-presión. El convencimiento ideológico y político no está presente ni siquiera en la dirigencia. Por ello ahí no habrá una ‘militancia orgánica’. Ese partido seguirá los viejos esquemas: reproducirá las confederaciones de grupos que han caracterizado a todos las organizaciones surgidas en este medio.
LOS CONFLICTOS INTERNOS SIGUEN AVANZANDO
Los conflictos de este régimen se abren por todas partes y no hay señales de cierre. Su constitución avanza a paso de vencedores y a ritmo de una conformación hegemónica. Pero todas las acciones que se adelantan chocan contra estructuras establecidas. Esto de que un militar tenga que saludar a un superior con el esquema cubano del socialismo o la muerte es simplemente inaceptable por quien es afecto a una inclinación democrática y anticomunista.
Y esto se une también al partido, al control social a la cubana y al descontento por los males ya conocidos y de los cuales resaltan hoy escasez, inseguridad y avance de los objetivos autoritarios del régimen. El cierre de RCTV marca el inicio de la radicalización pero también de una contienda que en el mediano plazo puede comenzar a crearle serios problemas a este régimen.
LA ACCION HEGEMÓNICA TERMINARÁ POR
MINAR EL PODERÍO DEL CÉSAR
A la larga el césar golpista entenderá que la politización-cubanización de las FAN, la creación de un partido político a partir de empujones politiqueros y de compra-venta de inscritos y el cierre de RCTV para dar señales de su alta capacidad totalitaria, son errores que terminarán por minar su poderío, a pesar de contar con el apoyo irrestricto y cómplice, por acción u omisión, de ‘las oposiciones’.
En síntesis, lo que nos espera son tiempos difíciles y muy duros. La descomposición política, ideológica, económica y social crece a un ritmo progresivo sin que nadie parezca tener conciencia de lo que serán sus secuelas en el corto, mediano y largo plazo. La destrucción de lo que quedaba de país, es un hecho irrefutable.
¿ELEGIR ENTRE DOS FRACASOS?
Pero a su vez, la complicidad, la indiferencia, la negociación y el acuerdo siguen minando silenciosa y dramáticamente las propias simientes de un conglomerado que ve perdida todas sus esperanzas y que no encuentra respuestas a su desazón. Lo reiteramos: sólo un colectivo organizado y consciente podrá hacerle frente, pacíficamente, a un régimen como el que hoy obliga a elegir entre dos fracasos similares: socialismo o muerte. Socialismo o capitalismo. ¿Está condenada la humanidad a estas cadenas?
DETENER LA DESTRUCCIÓN
AVANZAR HACIA EL FUTURO
Pero ésta no es tarea que pueda dirigir un césar. Tiene que ser el resultado de una acción colectiva capaz de extenderse en una red, de condición creadora, de carácter pacífico, de proyección futurista, para detener esta destrucción que nos conduce hacia los más oscuros episodios de una violencia cuyas consecuencias están ya registradas en la historia actual. Ojalá tengamos capacidad para avanzar en la dirección de lo que tiene que ser! abm333@gmail.com
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