La fuerza del totalitarismo es el miedo de los demás. Pero los totalitarios, en el fondo, tienen miedo porque saben que no pueden conforntar sus ideas. Sólo que contagian a los otros ese miedo y así generan el mecanismo más perverso, el principal enemigo de la libertad: la impresion de que ese tipo de regímenes son imbatibles y duran muchos años. Esa impresión se convierte en un elemento paralizante que inhibe y produce desunión entre quienes son sojuzgados por el régimen. En tal situacióm una actitud valerosa, de principios, resulta un disparate.
lunes, noviembre 12, 2007
SE DIJO HOY: JAIME MAYOR OREJA
Vicepresidente del Grupo Popular Europeo en la Eurocámata
El Universal, 12 de noviembre del 2007, pp.1-2
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