jueves, octubre 23, 2014
CPT - DERECHO DE PALABRA ANTE EL CU-UCV
Caracas, 22 de octubre del 2014.
Doctora
Cecilia García Arocha
Rectora y demás miembros del Consejo
Universitario de la UCV
Presente.
Gracias autoridades por la oportunidad de ser escuchados
en la instancia máxima de decisión de la UCV.
El objeto de nuestro planteamiento tiene que ver con la
expresa solicitud del reconocimiento
formal de la CPT como entidad universitaria, por parte del CU de la UCV,
para que puedan proceder, en consecuencia, a: 1- Resolver el cierre técnico del
espacio natural donde ha trabajado la
Cátedra Pío Tamayo de esta Universidad a lo largo de sus 31 años de existencia.
2- Decidir sobre la petición que se presentó a este cuerpo en Octubre del 2011
para que la nueva Sala E lleve el nombre de Pío Tamayo. Y 3- Declarar a la CPT como parte de las
actividades de extensión de la UCV. Para ello nos permitimos exponer dos
problemas específicos y las peticiones
que se derivan de los mismos.
El primer punto tiene que ver con la naturaleza de la Cátedra Pio Tamayo creada e instalada por el rector-fundador Dr. Carlos Alberto Moros
Ghersi, el 06 de octubre de 1983, como organismo de extensión, vinculado directamente
a las labores de docencia e investigación que lleva adelante el Centro de
Estudios de Historia Actual, cuyas actividades se han realizado de manera
ininterrumpida durante 31 años, los días lunes de 6 a 8 pm, en la Sala “E” de
la BCUCV. Cuenta con una obra suficientemente conocida a nivel nacional., lo
que demuestra que la Cátedra no es “un ente externo a la UCV” y, en consecuencia, tiene pleno derecho a ser
tenida y reconocida como tal.
El segundo, está referido a las acciones y medidas administrativas que
han producido en la práctica el desconocimiento del funcionamiento de la CPT-UCV. Ambas situaciones merecen ser resueltas y está en manos de este Consejo
Universitario hacerlo.
Los hechos que ponen de manifiesto este desconocimiento de la Cátedra
Pio Tamayo se narran a continuación:
El 17 de
octubre del 2011, un grupo de miembros de la comunidad universitaria y
otros fuera de la misma, que forman parte de la CPT, se dirige a usted Rectora y demás miembros del
ilustre Consejo Universitario para solicitar que se designara
la nueva Sala “E” con el nombre de Pío Tamayo. En esa y otras oportunidades
se exponen los argumentos que justifican este pedido.
El 27 de
octubre del 2011, el Doctor Nicolás Bianco, en el marco del acto de
inauguración del Aula Manuel Rodríguez Mena, le pide a los universitarios
Rómulo Lares y Alfredo Avella, que junto con los también universitarios Luís
Marín, María Eugenia Gil Beroes y Jorge Delgado, quienes constituyen
la junta que promueve las diligencias para lograr que la nueva Sala “E” tenga
el nombre de Pío Tamayo, le hicieran entrega de las firmas que habían recogido para apoyar la
solicitud, para él proceder a aligerar el asunto a nivel del CU. A partir de
ese momento esta autoridad no hizo ningún otro contacto con miembros de la CPT.
El 03 de noviembre del mismo año, el
profesor Manuel Rodríguez Mena ratifica
la solicitud. El 13 de diciembre
se remite al CU el apoyo a esta solicitud de los doctores Ramón J Velásquez,
Ildemaro Torres, y T.E. Carrillo Batalla.
En este mismo sentido se dirigieron al máximo organismo los doctores
Carlos Alberto Moros Ghersi, Gustavo Arstein,
Manlio Sardi y José Luís Tamayo.
El 16 de enero del 2012, familiares de Pio Tamayo se adhieren al grupo
de universitarios que solicita se bautice la Sala de la manera indicada.
El 04 de marzo de ese mismo año, la
Directiva de la CPT solicita al CU
que se considere el asunto y se tome la correspondiente decisión sobre el
epónimo de la nueva Sala “E”.
El 10 de marzo del 2012, el profesor
Rómulo Lares se dirige al Vicerrector Académico, Dr. Nicolás Bianco, para
pedirle copia de las firmas originales de universitarios, que hacían la
solicitud en comento.
De igual modo le recuerda el compromiso que adquirió
el 27 de octubre del 2011 al
solicitar se le entregasen las firmas acopiadas para presentar el asunto en el
CU. Se le manifiesta finalmente el desconcierto que existe en la Comisión que
impulsa la gestión para lograr se nombre la nueva Sala “E” con el nombre de Pío
Tamayo, por la demora en la
consideración de la petición formulada seis meses antes.
Hasta el presente esa petición no ha sido considerada
por este Ilustre Consejo Universitario. De allí que observemos la presencia de
unas dilaciones indebidas en las que parece prevalecer la idea del
desconocimiento de la labor académica de la Cátedra y de la identidad que
existe entre su funcionamiento y la Sala que llevaría su nombre.
El solo silencio administrativo respecto a una solicitud inicialmente formulada en octubre
del año 2011 ya demuestra la manera en que se ha tratado este asunto. No
parece cónsono con la labor académica de la UCV que después de tantos años de
investigación y reflexión de la Cátedra, la que por cierto no ha dejado de
estar presente un solo lunes en el horario establecido en el espacio de la Sala
E, se desprecie el aporte que la misma ha dado a la Universidad, más cuando
ella ha logrado funcionar sin descanso, al amparo de la autonomía universitaria dentro del recinto de la UCV y con
la participación de miembros de la comunidad ucevista, de otros centros de
investigación y docencia, y abierta al debate político, económico y social con
la presencia de diferentes entidades que conviven en el país y otros
ámbitos.
Y esa autonomía como derecho, que el Estado está
obligado a reconocer constitucionalmente, es el mismo que la Cátedra Pío Tamayo
les pide respetar. Por eso solicitamos se rompa el silencio y la evasión de
decisiones que constituyen, en la práctica, un acto de desconocimiento de más treinta
años de trabajo, con claros aportes a la Universidad y el país.
Estas razones nos impulsan a considerar que lo que se
procura es el desconocimiento de la CPT. En usted Rectora y demás miembros del
CU de la UCV, la Cátedra Pío Tamayo espera que una decisión revierta esta
tendencia.
El otro elemento de desconocimiento que debemos
señalar a usted rectora y demás miembros del CU, es el relativo al cierre técnico impuesto a la Cátedra, desde el 14
de julio del 2014, cuando se impide nuestro ingreso a la Sala E,
espacio que ha sido la sede de nuestras actividades durante más de tres
décadas. Una medida que se tomó, según la vigilancia, por orden de la Gerencia
de Información, Conocimiento y Talento (GICT) del Vicerrectorado Académico.
Ahora bien, los hechos demuestran que esta no es una
medida aislada e improvisada. Ya desde el 31
de octubre del 2012, al enterarnos, por información suministrada por el
técnico de guardia de la Sala E, que había sido eliminado el aludido turno
nocturno en la Biblioteca Central, y que
la Sala E sólo laboraría hasta las 4 pm, nos dirigimos a la
Gerente, Profesora Antonietta
Alario para manifestar nuestra preocupación por las carencias y dificultades
que confrontábamos para nuestro trabajo.
En esa comunicación, planteamos, dado que el tema era
de orden presupuestario, cubrir los gastos que ocasionara nuestra actividad de
todos los lunes, de 6 pm hasta las 8 pm. La proposición no fue respondida. Sin
embargo, no hicimos mayor problema del asunto porque el técnico de la Sala
prestaba la colaboración mínima para que
siguiera nuestra labor.
Desde el inicio del presente año la situación se hizo
cada vez más difícil, hasta el punto de carecer de todo apoyo técnico para el
mes de Abril. El técnico se ausentó y la persona de la Cátedra que preparó y
que cumplió sus veces por un buen tiempo, ya no tuvo acceso a los equipos.
Desde entonces, la vigilancia nos abría la Sala
y trabajábamos a media luz, sin
sonido, aire acondicionado, grabación, apoyo audio-visual y sin salida hacia la
calle.
El 08 de mayo
del 2014, ante el silencio administrativo, nos dirigimos de nuevo a la GICT
para reiterar nuestra preocupación por la situación de la Sala y el
ofrecimiento de contribuir a sufragar los gastos de los servicios requeridos.
El 07 de julio
del 2014 se nos responde a nuestra comunicación del 08 de mayo, sin hacer
referencia alguna a la que habíamos remitido 20 meses antes. En esta
oportunidad se anuncia el cierre definitivo de la CPT, al ratificar que el
horario de trabajo en la Sala es hasta las 4 pm y que no hay presupuesto para
el pago de horas extras, agregando que nuestra proposición de asumir el costo
de las sesiones, no procede por cuanto la CPT es “un
ente externo a la UCV”. Y que la
Sala debe ser preservada de quienes puedan dañarla.
De esta manera se anunciaba una prohibición total o un
cierre de toda posibilidad para seguir nuestro desempeño en el nombrado lugar.
A esto respondimos, en comunicación consignada en la
mañana del 14 de julio del 2014, anticipándonos
a lo previamente expuesto, para rechazar la calificación que se nos hizo de
‘ente externo a la universidad’, así como para manifestar nuestro desacuerdo
con el segundo señalamiento, ya que resulta obvio que si es la CPT quien
utiliza ese espacio, en ese horario, la advertencia sobre la preservación de la
Sala, está dirigida directamente a nosotros. Reiteramos nuestra disposición a
atender al problema presupuestario esgrimido.
La respuesta de la GICT se produce en dos comunicaciones
fechadas el 17 de julio del 2014 y
recibidas el 18-07-14.
En la primera
se señala que lo ocurrido el 14-07-14
sólo se debió a un “inconveniente entre Ud y la vigilancia”. Sin embargo, no
nos comunica oficialmente que la CPT está autorizada para el uso de ese
espacio, que carece de técnico-responsable a partir de la 4 pm. Se ratifica la
desaparición del horario nocturno.
En la segunda se solicita una
reunión para el día lunes 21 de julio para analizar la situación planteada por
la CPT de seguir utilizando las facilidades de la Sala “E” fuera de los
horarios oficiales del personal que la atiende y tratar de buscar soluciones. Pero de antemano se advierte que no habrá
modificación del horario.
Con fecha 28 de
julio del 2014, dirigimos nueva comunicación
a la GICT que no fue recibida porque, según el personal no estaban admitiendo
correspondencia por haber comenzado ya el período vacacional. Copia de la misma
fue consignada al Dr. Nicolás Bianco, el 29 de julio del 2014 y posteriormente,
reenviada a la GICT. En esa carta le
hicimos la siguiente pregunta: “¿Esto significa que considera válida, firme y definitiva la
medida tomada por su Gerencia y, en consecuencia, por el propio Vicerrectorado
Académico de mantener cerrada la Sala para nuestro uso?” Este material tampoco
ha sido respondido.
El 08 de
octubre del 2014, el Secretario de la UCV, Profesor Amalio Belmonte, nos
remite copia del “Informe sobre la
situación de la Cátedra Pío Tamayo presentado por la Gerencia de Información,
Conocimiento y Talento, en el marco del Informe presentado por el
Vicerrectorado Académico en la sesión del CU del 24-09-2014”, cuya contenido no
se nos envía. Como podrá advertirse, la comunicación ni siquiera está dirigida
a la CPT ni tampoco tiene como objetivo dar respuesta a las múltiples
comunicaciones enviadas. Textualmente, el informe se produce debido “a las
declaraciones públicas del Coordinador de la Cátedra Pío Tamayo, Profesor
Agustín Blanco Muñoz y de otros miembros de la citada Cátedra.” Eso quiere decir que de no producirse esas
“declaraciones públicas” no habría
habido informe.
Respecto al Informe remitido, debemos puntualizar algunos
elementos:
1- En el mismo se señala que el impedimento para ingresar a la Sala E el
día 14-07-14 fue producto “de un malentendido entre la encargada de la Sala y
los vigilantes de la Biblioteca Central”. Hasta donde sabemos la encargada de la Sala es la ciudadana
Gerente. Se deduciría en consecuencia que el incidente fue entonces entre ella
y los vigilantes.
2- Pero en la comunicación que ella cita del 15-07-14, fechada 17-07-14
y consignada el 18-07-14, la Profesora
Alario señala que el inconveniente “se presentó entre usted (Prof. Agustín
Blanco Muñoz) y los vigilantes de la Biblioteca Central”.
3- A su vez, ratifica que el uso de
la misma no contará con los servicios propios de una actividad de esa
naturaleza. En otras palabras: el cierre anunciado se confirma.
4- La Gerencia entonces señala que el día 21-07-14 dio instrucciones
precisas a los vigilantes de abrir la Sala. Sin embargo la Cátedra no recibió
comunicación oficial alguna que ratificara esa disposición. Era obvio que ante
los inconvenientes presentados la CPT no
sesionaría en esa Sala hasta que los problemas concretos no estuviesen total y
formalmente clarificados.
5- Este Informe es fundamental para advertir lo que la Cátedra Pío
Tamayo representa para la Gerencia de Información, Conocimiento y Talento y, por consiguiente para el Vicerrectorado al
cual está adscrita. Se expresa allí que: … “a pesar de considerarse un faro
donde supuestamente caben todas las corrientes del pensamiento, se dan el lujo
de estigmatizar y despreciar a ciertos sectores la sociedad, decir medias
verdades y manipular situaciones para provecho de sus propios y extraños
intereses.” Es más que evidente que, quien así califica a la Cátedra, no puede
tener interés alguno en que prosiga sus actividades, sino más bien en crearle
dificultades y llevarla al cierre.
6- El Informe luego se extiende largamente en una explicación
jurídico-laboral, que suponemos elaborada por la Asesora Jurídica del VR
Académico, quien también lo firma, para
justificar la imposibilidad de que la CPT sufrague los gastos que el
presupuesto no puede cubrir, lo que señala la propia incapacidad legal en la
que estaría la misma universidad para hacerlo. Eso ratifica que la decisión del
cierre es irreversible. Se dice que se hizo una “excepción con la Cátedra Pío
Tamayo” al permitir desde hace dos años el uso de la Sala sin asistencia de
personal técnico que opere los equipos.
7- Se supone que este
estudio se hizo previo a la medida de eliminación del horario nocturno y
que se sabía en consecuencia que indefectiblemente se planteaba el
cierre de la CPT. Si existió alguna preocupación por la situación ¿por
qué no se convocó previamente a la directiva de la CPT para buscar una
salida? ¿Por qué la GICT no respondió nunca la comunicación de la CPT del 31 de
Octubre del 12 mediante la cual se planteaba una solución? ¿Por qué la GICT sí
responde el 07/07/14 nuestra carta del 08/05/14, en la cual reiteramos nuestra
proposición del pago de horas extras por parte de los profesores de la CPT,
para anunciar el cierre de la CPT que se materializa el 14/07/14? En otras
palabras, se daría por terminada la excepción o favor concedido.
8- De la misma manera, se ratifica que los “equipos audiovisuales son
propiedad de la UCV y están bajo la guardia y custodia de la Gerencia de
Información, Conocimiento y Talento del Vicerrectorado Académico por ser parte
del patrimonio de la Universidad.” Esto
significa que la CPT tendría que a partir de ahora asumir la responsabilidad, –que
no le corresponde ni puede garantizar- de la salvaguarda del patrimonio
universitario, ubicado en la Sala E.
9- Para finalizar el Informe ratifica lo expuesto anteriormente: que la
CPT puede seguir utilizando los espacios de la Sala en las mismas condiciones
que lo ha venido haciendo”, y agrega: “hasta tanto exista el personal técnico
que atienda Sala y equipos”.
Sorpresivamente después de ratificar en todas sus partes la
imposibilidad legal de contratar personal para ese horario, ahora se presenta
el “hasta tanto exista el personal técnico”.
Y agrega: “lamentamos profundamente esta situación que ha podido
solventarse si el Profesor ABM hubiese, en primer lugar, aceptado las excusas
presentadas por el malentendido, y en segundo lugar accedido a reunirse con
esta Gerencia.” Debemos insistir en que el contenido de este informe contradice
esta conclusión ya que cada uno de los argumentos esgrimidos conducen a
ratificar, ahora por escrito, el cierre que de hecho se produjo el 14 de julio
del 2014.
10- El Informe en referencia para nada alude al silencio del Consejo
Universitario y del propio Vicerrector Académico, respecto a la solicitud de
otorgarle el nombre de Pío Tamayo a la Sala E. Y esto constituye, de por sí, un
desconocimiento de la misma. Por ello hemos reiterado que el cierre del 14 de julio
del 2014, sólo vino a confirmar una acción ya en marcha desde, al menos, el año
2011.
11- El nombre de José Pío Tamayo, más que honrar a la Cátedra que ya
lleva su nombre, enaltece a la universidad y honra sus propios fundamentos.
Tener dos Salas con el nombre de Francisco de Miranda, no parece tener mayor
sentido Más aún, cuando ese nombre fue aprobado, a instancias del entonces
Rector Trino Alcides Díaz, porque sería
el espacio para la Cátedra Libre Francisco de Miranda que, hasta donde sepamos,
jamás se ha reunido ni producido actividad que conozcamos.
PETICIÓN
En consecuencia, y con fundamento en los hechos
señalados, solicitamos de usted ciudadana Rectora y demás miembros del CU de la
UCV, un pronunciamiento que abarque tres contenidos:
1.- Se proceda
a darle curso a la solicitud de denominación a la Sala E con el nombre de Pío
Tamayo, suspendida desde 2011.
2.- Se autorice
a la Cátedra Pio Tamayo utilizar la Sala
E, los lunes de 6 a 8 de la tarde para la realización de sus sesiones de
trabajo y se garantice los servicios técnicos básicos y la presencia de
personal de vigilancia que se haga responsable por el ‘patrimonio de la UCV’.
Reiteramos nuestra disposición a contribuir mediante un aporte/descuento en la
nómina, lo necesario para garantizar estos servicios.
3.- Se declare
a la Cátedra como parte de las actividades de extensión de la UCV.
Ciudadana Rectora, ilustres miembros del Consejo
Universitario, al despedirnos de ustedes lo hacemos confiados en que se
impondrá la racionalidad ucevista,
siempre activa para detener hasta el menor atisbo de sombras.
Es Justicia que espero en Caracas a la fecha de la
sesión del Consejo Universitario, 22 de
octubre de 2014.
Atenta y cordialmente,
Agustín Blanco Muñoz
Secretario
Ejecutivo de la CPT
Mery Sananes
Coordinadora
de la CPT
Danielita Barrolleta
Coordinadora Adjunta de la CPT
Residencias A-1 /
Oficina 304 / IIES / FACES / UCV
Tlfs: 605 2536 / 605 2563 / 0416 638 7320
T:@ablancomunoz / @embusterias / @dbarrolleta
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