VIVIMOS TIEMPOS de agotamiento. La campanada suena y ni siquiera la escuchamos. Mucho menos avanzamos en su correcta interpretación. Andamos a la deriva. Y no se trata de enriquecer alguna "Sociología del Pesimismo" sino de enfrentar un fenómeno que a todos nos señala como culpables. Porque estamos ante una sociedad en sobre-descomposición, sin sueños ni perspectivas. Ya no hay la carrera "socialista irreal o real hacia un mundo mejor". Y nadie le puede hallar fundamento a una mercancía que se vende ahora como "neo" o socialismo del siglo XXI.
Y de ese modo se reconoce la vigencia de un capitalismo que sigue siendo incapaz de garantizar el bienestar de toda la colectividad y que siempre está dispuesto a mantener en alto el reino de las desigualdades. El efecto Katrina a este respecto es duro y demoledor. Por ello la humanidad actual carece de nuevos rumbos y las búsquedas han terminado agotadas. En ese terrible círculo se encuentra hoy el mundo de la miseria globalizada.
Un poder supranacional lo ocupa todo en términos de capital financiero en su más alta expresión. Por encima de la propia potencia mayor parece levantarse un poder descomunal que aplasta toda independencia o soberanía. De modo que la historia de los países se convirtió en una especie de "ánima sola" cuyo destino está previamente establecido. Algo de lo que no estamos conscientes y por lo que se nos distrae con cualquier menudencia.
AQUI EL FENOMENO adquirió la mayor dimensión. Admitimos que somos un ex país, pero no sabemos qué hacer. Este es el centro de nuestro padecimiento. Estamos atrapados por dos fuerzas del pasado-atraso. Una empeñada en imponernos el fracasado modelo socialista y la realidad que se sintetiza en la República de Venecuba. Y otra que se convirtió, por acción u omisión, en sostén y garante de los objetivos de la primera.
En una sociedad agotada cabe todo tipo de groseras miserias. El 04D-05 se montará otro "pasquín electoral" de y para los negociantes (80 a 20%, a favor del fraude-oficialismo admitido). Otra "derrota" a la mayoría ahora abstencionista. Pero de esta derrota-agotamiento brotará un colectivo dispuesto a organizarse para emprender la tarea de la construcción de otra sociedad en la dimensión del porvenir. abm333@gmail.com
Publicado en El Universal, 16/09/05
http://opinion.eluniversal.com/2005/09/16/opi_art_16491F.shtml
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