SI SABEMOS Y HACEMOS LO DERROTAMOS

Kandinsky

Nuestro artículo anterior corrió con la suerte de la crítica. Lectores que por mucho tiempo habían solicitado ir más allá de la teoría-saber e incursionar en la práctica-hacer, ahora manifiestan algunas dudas sobre lo oportuno o no  de la organización de quienes asumen la condición y la conciencia de disidentes.

 Se llega a decir, entre otras cosas, que cualquier movilización que no esté enmarcada en el plano de la candidatura unitaria, puede contribuir a la dispersión.

Este planteamiento obvia cuestiones esenciales. Lo primero es entender que la disidencia no va a organizarse con miras a competir electoralmente con nadie. El objetivo inicial es enfrentar las concepciones de la historia y la política que nos han traído al sitial en el cual nos encontramos.

De modo que no se trata de repetir los viejos y desgastados esquemas sino entender que hoy es necesaria una profunda comprensión de lo que aquí ocurre, que nos permita a la vez trazar las coordenadas organizativas llamadas a impulsar una nueva realidad.

La viciada, fraudulenta y smartatizada cuestión electoral  la ponemos por lo pronto a un lado. Lo importante y crucial es enfrentar a quienes hasta ahora se comportan como partícipes o cómplices de una maquinaria electoral puesta y dispuesta para la permanencia del régimen actual y del correspondiente beneficio de sus atentos y seguros servidores.

No se trata tampoco de impulsar actividad alguna enfrentada a los lineamientos que rigen la supuesta democracia. Nos acogemos a la constitución y a las leyes por más que a diario se les burle y pisotee.

Entendemos que la fuerza de la disidencia no está en el desconocimiento de las instancias formales y legales, sino en la organización de la fuerza social para que se convierta en el instrumento fundamental para la construcción de otra situación.

La disidencia, en consecuencia, no busca dar un salto en el vacío. Su meta impone la necesidad de pasarle por encima a los llamados factores de poder, que están hoy en manos del actual régimen del autoritarismo, de firme inspiración totalitaria y de quienes hacen las veces de opositores que terminan en el plano de la cooperación y las correspondientes negociaciones.

Esta es entonces una acción que reclama el largo aliento para forjar una obra que adquiera niveles de trascendencia. Es ir más allá de lo indicado y permitido para poner en desorden lo que hasta ahora se nos ha vendido como las mejores y más sólidas mercancías.

Y para esto en la reunión del 26/03/12 las voces disidentes congregadas en los espacios de la Cátedra Pío Tamayo y el CEHA de la FACES UCV, acordaron avanzar en el debate  que permita definir los más efectivos lineamientos.

Se parte de un proyecto como lo es el Movimiento de Movimientos (MdM) que plantea la organización horizontal que deja a un lado la vieja verticalidad del autoritarismo positivista o marxista.

Consideramos que sólo de esta manera se puede pensar en la creación de una nueva realidad social  política. Y esto requiere tanto de la atención como de los pasos que tienen que ver con la participación de esa población-REP que es mayoría y que no suscribe el proyecto gubernamental ni el opositor.

Por esto, la disidencia está obligada a encaminar su accionar hacia la constitución de caminos que conduzcan hacia una nueva Venezuela, capaz de rescatar su independencia al lograr la ruptura con el proyecto Venecuba, que hoy dirigen los hermanos Castro para beneplácito de la revolución que comandan.

Esta empresa reclama la participación consciente organizada para una tarea dura, difícil y paciente.

Inevitable enfrentar no sólo los bloques de poder gubernamental y opositor sino también una parte importante de la ciudadanía que no milita en su frente, que está inclinada hacia la disidencia, pero cuya carga de angustia, miedo o la propia frustración, la lleva a una actitud que la mueve entre el nihilismo y el conformismo.

Esto quiere decir que estamos ante un trabajo en el cual la hormiga y la abeja pueden ser buenos consejeros.

Con todo, ya se inició el enlace entre disidentes a través del Twitter @12DIS, el correo disidencia12@gmail.com y el blog http://disidencia12.blogspot.com. Las comisiones de Organización y proyección, Estudio de la realidad actual y Tendencias políticas e ideológicas en la Venezuela actual, estarán en breve en pleno funcionamiento.

A un lado debe quedar toda prisa y toda pausa. Con el rigor, la disciplina y el empeño necesarios avanza la disidencia en este ex país, con miras a establecer una  inevitable referencia para un nuevo pensar y su correspondiente hacer. Para esos estamos ganados. Este tiempo y estas cruces lo exigen. ¡Qué historia amigos! T:@ablancomunoz


El Universal, 06 de abril del 2012.